El caso Thomas Cook ha puesto sobre la mesa una de las más profundas crisis del sector turístico. La quiebra del touroperador, que aún tiene a 30.000 turistas en las Islas Canarias, ha provocado enormes pérdidas, derivadas de una ola de cancelaciones efectuadas por turistas preocupados por la seguridad de no quedarse en tierras extranjeras.
Una situación repentina, ¿sin solución aparente?
La coyuntura económica de Thomas Cook se escapa a casi la totalidad de sus clientes. Los pasajeros que han viajado contratando sus servicios lo han hecho confiando en una empresa de reconocido prestigio, ajenos a que la compañía había solicitado un rescate de más de 1.000 millones de euros en agosto. De hecho, el propio gobierno británico ha reconocido que la quiebra parecía inevitable en unas semanas.
Este contratiempo, tan preocupante para los viajeros que se han quedado en tierra sin poder volver a su país tras sus vacaciones, ha tenido que ser repuesto por el gobierno anglosajón. Sin embargo, esta situación podría ser subsanada por una póliza de cancelación de viaje que proteja al asegurado de la anulación de su vuelo, tal y como indica Acierto.com. Es decir, un seguro de este tipo se encarga de proteger económicamente al contratante en el caso de no poder realizar un viaje ya contratado previamente, debido a un contratiempo mayor. El asegurado podrá recuperar gran parte del dinero invertido o incluso la cantidad al completo en algunas ocasiones.
¿Qué cubre un seguro de anulación de viaje?
Pocos son los casos en los que se cancela un viaje o unas vacaciones por voluntad propia. En estos casos hablamos de causas mayores que no podemos controlar como la sucedida con el touroperador Thomas Cook y que, desgraciadamente, nos han obligado a cancelar nuestro desplazamiento. De ahí que los seguros de anulación de viaje sean muy completos, ya que las coberturas básicas de las pólizas incluyen casi todos los imprevistos que nos podemos encontrar antes de realizar un viaje.
Es necesario apuntar que la gran mayoría de las compañías piden una causa justificada para la cancelación del viaje si esta anulación proviene del asegurado. Es decir, no vamos a poder anular el viaje sin un motivo de peso, de ahí la importancia de conocer las coberturas más comunes que ofrecen las aseguradoras:
- Problemas de salud. En caso de enfermedad grave, accidente o fallecimiento del asegurado o de un familiar cercano, se podrá anular el viaje. También cubriría, en muchas de las compañías, la anulación del desplazamiento de los acompañantes, si estos también están asegurados. En este tipo de viajes también es recomendable disponer de un seguro de salud de viaje para evitar imprevistos durante el tiempo que vayamos a pasar en el extranjero.
- Cuestiones de trabajos o estudios. Si nuestra situación laboral cambia desde el momento que contratamos el viaje hasta que se efectúa, podremos pedir el reembolso a la aseguradora. También estaríamos protegidos en el supuesto de que nos concedieran una beca para estudiar o tuviésemos que presentarnos a unas oposiciones.
- Requerimientos oficiales. Cuando tenemos obligaciones relacionadas con los Organismos Oficiales del Estado, como una retención policial, la convocatoria de un jurado o la firma de documentos oficiales.
- Causas extraordinarias. Aquí se enmarcar situaciones como que en el lugar de destino haya un desastre natural o, como el caso de Thomas Cook, la compañía turística declare problemas económicos y su cierre; aunque se trata de algo poco probable. En esta categoría también entraría el robo de la vivienda del asegurado, la pérdida del equipaje y de documentos antes de iniciar el viaje o avería del medio de transporte que vamos a utilizar para llegar al inicio del desplazamiento (puerto marítimo o aeropuerto).
¿En qué situaciones es recomendable contratar un seguro de viaje?
Viajar a países fuera de la Unión Europea puede conllevar la obligatoriedad de la contratación de un seguro de viaje. En caso de que el turista tuviera una emergencia sanitaria durante su estancia en el país, los gastos médicos estarían cubiertos gracias a una póliza de asistencia en el extranjero. De lo contrario, el coste se dispararía. Por este motivo, la mejor opción es contratar un seguro que nos proteja durante nuestro viaje a países como Cuba, Estados Unidos o Rusia -algunos ejemplos donde esta póliza es obligatoria- para evitar posibles lamentos futuros.
Además de esta póliza, siempre será recomendable disponer de un seguro de anulación de viaje, básicamente porque no podemos controlarlo todo. Hay cosas, como las que ya hemos visto, que se nos escaparán de las manos, como una enfermedad o algún asunto de trabajo. Por lo tanto lo mejor será estar preparados para lo que pueda ocurrir y no llevarnos ninguna sorpresa de mal gusto. Aun así, hay algunas situaciones en las que es más recomendable gozar de la tranquilidad de un seguro, y otras en las que no resulta tan necesario.
Cada aseguradora recogerá en sus pólizas las distintas causas por las que un viaje puede ser anulado. Por eso es importante conocer los detalles de lo que estamos contratando y comparar pólizas, para saber en qué supuestos estaremos protegidos por el seguro. También hay que recordar que es necesario guardar todas las facturas y gastos derivados de nuestro viaje (excursiones contratadas, reserva del hotel, etc.) ya que es lo que hará que nos reembolsen el dinero.