La productividad de la pequeña y mediana empresa española continúa cayendo y acumula ya seis trimestres de retrocesos, según el Indicador CEPYME sobre la Situación de la Pyme, correspondiente al segundo trimestre de este año, que elabora el servicio de Estudios de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME).
Los costes de la pyme se sitúan un 22% por encima del nivel de 2019 y continúan presionando al alza principalmente con el aumento de los costes laborales (4,5% interanual). Este escenario, combinado con una financiación más cara, el problema de morosidad y un aumento del empleo superior a la recuperación de las ventas, lastra la productividad empresarial. Su deterioro es la principal debilidad de la pyme española, afectando a su vez a su capacidad para invertir y, por tanto, a su competitividad.
Desde CEPYME se advierte de la necesidad de tener en cuenta la situación de la pyme española a la hora de tomar medidas que supongan un nuevo aumento de costes que agrave más todavía su productividad.
La productividad, el problema de la pyme
La productividad, medida como el volumen medio de ventas por empleado, retrocedió un 2,3% en segundo trimestre de 2024 en términos interanuales y es un 1,7% inferior a la del mismo periodo de 2019, año prepandemia. La pérdida de productividad en el segundo trimestre fue más acentuada en el caso de las medianas empresas (-3,1%) que en el de las pequeñas (-1,9%), si bien en estas últimas el deterioro de este indicador encadena 18 meses de descensos, frente a 15 meses en el caso de las medianas.
De esta forma, la baja productividad se configura como uno de los principales problemas de las pequeñas y medianas empresas y afecta a la rentabilidad de estas compañías, manteniéndose la rentabilidad bruta por asalariado un 2,6% por debajo de los niveles prepandemia.
El Indicador CEPYME sobre la Situación de la pyme elaborado por CEPYME anotó un aumento interanual del 4,5% en el segundo trimestre. Refleja una situación de cierta estabilidad en la evolución de las pymes, aunque algunos de sus componentes muestran una evolución más negativa. Así, frente a una relativa calma en los apartados de actividad, costes y crédito, se aprecian claros síntomas de empeoramiento en las áreas de competitividad y solvencia. El Indicador se mide en puntos, los cuales asemejan la calificación de un examen, y consta de cinco subindicadores: Actividad (8), Costes (4), Crédito (5,9), Solvencia (3,8) y Competitividad (3,7).
En el apartado de Actividad, destaca el repunte de las ventas (4,9% en tasa interanual) en el segundo trimestre, si bien todavía no se puede hablar de un cambio de tendencia en esta variable, ya que, si se analiza la media móvil de cuatro trimestres, el repunte de las ventas es algo más débil, un 3,5%, sólo cuatro décimas más que el trimestre anterior.
Las ventas de las pymes se incrementaron un 4,9% en tasa interanual. Este incremento se notó más en las pequeñas empresas que en las medianas, un 5,2% y un 4,3%, respectivamente, en tasa interanual, si bien, en el caso de las empresas pequeñas se mantienen ligeramente por debajo de los registrados a finales de 2019, antes de la pandemia.
No obstante, con el efecto corrector de la inflación, el incremento de las ventas de las pymes es del 2,7% en tasa interanual, sumando dos trimestres consecutivos con incrementos interanuales de las ventas.
Aplicando la media móvil de los últimos cuatro trimestres, la subida interanual es de solo un 0,3%. Aunque rompe una serie de tres descensos interanuales consecutivos, es un incremento débil, que sugiere un estancamiento en los volúmenes vendidos y es insuficiente para poder hablar de un cambio de tendencia en las ventas de las pymes.
Los costes laborales aumentan un 4,5%
Los costes de las empresas se mantuvieron en un entorno de estabilidad, fundamentalmente por la tendencia descendente de los precios de la energía y de los productos intermedios, si bien hay que tener en cuenta que estos descensos se producen tras las fuertes subidas de trimestres anteriores, lo que explica que los costes operativos del segundo trimestre hayan sido un 18,3% más altos que los del mismo período de 2021 y un 22% superiores a los del segundo trimestre de 2019.
Los costes laborales se incrementaron un 4,5% en las pymes, tres décimas menos que en el trimestre anterior. Una ligera desaceleración, después de diez trimestres consecutivos con incrementos interanuales de al menos el 5% que, sin embargo, contrasta con el ritmo de incremento medio del 0,3% de los diez años previos a la pandemia.
Este incremento del 4,5% corresponde al aumento del 3,9% del salario medio ordinario y del 5,4% en el resto de los costes laborales, incluidas las cotizaciones sociales.
El aumento interanual de los costes laborales es mayor en las empresas pequeñas que en las medianas: 4,7% y 3,9%, respectivamente. El incremento acumulado desde el primer trimestre de 2021 es del 23,1% en las pequeñas y del 16,9% en las empresas medianas.
Este mayor aumento de los costes laborales en las pequeñas empresas se debe, en parte, a las subidas del SMI, cuyo impacto es proporcionalmente mayor en las empresas de menor tamaño porque su salario promedio, dada su menor productividad relativa, es también más bajo.
Incremento del empleo
El empleo se incrementó ligeramente en las pymes durante el trimestre considerado, un 2,9% en tasa interanual, superando los 9,3 millones de asalariados. Es la mayor variación de los últimos siete trimestres.
Por tamaño de empresa, en las empresas pequeñas el incremento interanual del número de asalariados en el segundo trimestre fue del 1,9%, el más moderado desde 2022, alcanzando los 6,49 millones de trabajadores. Por su parte, el empleo en las empresas medianas creció un 5,3%, el mayor aumento desde septiembre de 2022, alcanzando los 2,87 millones de trabajadores.
Este crecimiento del empleo, superior a las ventas, incrementa el coste laboral por unidad vendida y repercute negativamente en la productividad, especialmente en el caso de las empresas más pequeñas, así como en su capacidad de acometer nuevas inversiones o generar más empleo.
Aún hay menos empresas que antes de la pandemia
En el segundo trimestre, aumentó un 0,4% el número de pequeñas empresas con empleados en tasa interanual, el menor incremento en cuatro trimestres. Por su parte, el número de empresas medianas aumentó un 4,5%, que es el mayor incremento desde septiembre de 2022. La subida interanual media del número total de pymes fue de 0,5%.
Si se observa la evolución desde el segundo trimestre de 2021, se aprecia un incremento del 3,2% en el número de pequeñas empresas y del 15,7% en el de empresas medianas. La divergencia entre ambos tamaños de empresas es más marcada aún si se considera la variación acumulada en los últimos cinco años.
La cantidad de empresas pequeñas es todavía menor que en el segundo trimestre de 2019 (-0,4%), mientras que la de firmas medianas creció un 10,5%. En términos absolutos, ahora hay 5.100 empresas pequeñas menos que en el segundo trimestre de 2019, y 2.700 compañías medianas más. Así, el saldo arroja 2.400 pymes con empleados menos que hace cinco años.
Condiciones financieras
El tipo de interés medio pagado por las pymes fue del 4,81%, ligeramente inferior al del trimestre anterior (4,91%), pero todavía mayor al de un año antes. Estos descensos son, por el momento, insuficientes para modificar las condiciones financieras que vienen afrontando las pymes. Así, el tipo de interés del 4,81% es 3,2% puntos porcentuales superior al de hace dos.
El informe refleja también que, en el segundo trimestre, las pymes obtuvieron nuevos préstamos bancarios por un importe de 43.600 millones de euros, eliminado el efecto de la inflación. De estos nuevos préstamos, 33.500 millones de euros correspondieron a empresas pequeñas (un 6,2% más que hace un año) y 10.100 millones a empresas medianas (un 8,3% más).
La recuperación de la financiación bancaria tiene que ver con un aumento de la demanda de préstamos por parte de las pymes, después de un año y medio de caídas, según muestra la Encuesta de Préstamos Bancarios del BCE. Por el lado de la oferta, por segunda vez en los últimos tres trimestres, los criterios de las entidades para conceder préstamos a pymes no se endurecieron.
Sin embargo, esta recuperación se produce desde niveles muy deprimidos. Así, los nuevos préstamos concedidos a pymes en el segundo trimestre fueron un 2,9% menos que en el mismo período de 2019.
Descargar el Indicador CEPYME sobre la Situación de la Pyme
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METODOLOGÍA: CEPYME elabora un indicador sintético con el fin de analizar la situación real de la pyme y medir las variables económicas que repercuten en su salud y su viabilidad a medio plazo. El Indicador CEPYME sobre la Situación de las Pymes toma 15 variables económicas de la empresa y de la situación económica que, agrupadas en cinco bloques (actividad, costes, crédito, solvencia y competitividad), dan una imagen completa de la viabilidad real de la empresa española.