Emprender no es fácil. Hacerlo en un país como España es todavía más complicado.
Estamos inmersos en una sociedad repleta de ventajas para otros muchos campos de la vida, pero no para comenzar un proyecto. España es un país con una estructura fiscal que está varios peldaños por debajo de lo que ofrecen otras naciones vecinas a la hora de potenciar al emprendedor.
Todo negocio necesita una inversión previa para comenzar a operar, inversión que vendrá en forma de recursos económicos y de recursos humanos. A partir de aquí, necesitamos tener una idea, crear un plan de empresa y configurarlo con la idea de cumplir una serie de objetivos deseados. Sobre el papel, todo parece sencillo, pero en la práctica puede ser realmente complicado.
¿Cuáles son las limitaciones fiscales para un emprendedor en España?
Al definir nuestro plan de proyecto y modelo de negocio, debemos tener también en cuenta el ecosistema del país donde vamos a desarrollar nuestro trabajo. En el caso de España, las opciones para comenzar a emprender en un negocio de nuevo cuño son más reducidas que en otros mercados como, por ejemplo, Reino Unido, donde existe un ecosistema más afable.
Pensemos en un negocio simple de venta de productos artesanos. La materia primera es económica y lo relevante va a ser nuestra capacidad creativa y nuestra mano de obra (tiempo). No contaremos con oficina inicialmente y trabajaremos directamente desde casa para ahorrar costes. ¿Cuáles son nuestras obligaciones fiscales para estar al día?
Indispensable es estar dado de alta como autónomo, el primer paso de todo emprendedor. El coste de hacerlo es variable si te acoges a periodos de ayuda, pero por lo general vas a estar pagando una media de 270 euros. A esto debemos sumarle el coste en IVA y restarle el valor de IRPF (15%) a toda la facturación mensual conseguida con nuestro trabajo.
¿Cuál es el resultado? Necesitamos facturar en torno 2.000 al mes para poder aspirar a un sueldo limpio de 1.000 euros, y eso siendo generosos y no implicando demasiados costes por la actividad. ¿Existen tramos variables en estas cuotas e impuestos en función de la facturación del emprendedor? España no cuenta actualmente con un ecosistema que lo haga viable.
¿Por qué existen tantas limitaciones fiscales para emprendedores en España?
En Reino Unido, por ejemplo, la figura del emprendedor se potencia más. Se pagan impuestos en función de la facturación conseguida, paso que abre nuevas oportunidades a quienes comienzan. Además, las gestiones para realizar altas, solicitar documentación, etc. están integradas en un ecosistema digital que es mucho más accesible que el español. Toda la burocracia se simplifica.
Además de apostar por un ecosistema fiscal más amigable, los británicos también cuentan con una administración más rápida y directa, que evitar tener que esperar largos procesos para dar de alta una actividad y simplifica mucho los requisitos. Así se potencia la figura del emprendedor.
Decía que emprender en España es difícil, pero no imposible. Con un buen plan de negocio y salvando estos “problemas” es posible ejecutar con éxito una idea. Lo importante es tener claro todos los elementos con los que nos podemos “tropezar” por el camino para que no nos cojan por sorpresa.
Artículo elaborado por Emilio Marquez Espino