Probablemente seas más predecible de lo que piensas, y no eres el único. Todos tenemos una tendencia a pensar en nosotros mismos como más complejos, únicos e impredecibles de lo que realmente somos.
Sin embargo, nuestra personalidad infantil predice prácticamente todos los resultados significativos de la vida durante la edad adulta, incluida la felicidad, la satisfacción en las relaciones, el éxito profesional y los problemas adaptativos. Por ejemplo, los problemas de juego a la edad de 30 años pueden predecirse por algunos comportamientos durante la infancia, como la falta de autocontrol a la edad de tres años. Esto no significa que nuestro destino esté completamente determinado en la infancia, sino que tendemos a comportarnos de una manera concreta desde una edad temprana.
Estos comportamientos son la esencia de quién eres, cómo difieres de los demás y qué te hace ser tú. Sin embargo, a la mayoría de las personas parece no gustarles la noción de que son predecibles. Es otra forma de ver qué poco nos conocemos a nosotros mismos.
Por ejemplo, cuando le preguntas a alguien sobre su personalidad, por lo general dice que depende del contexto o la situación. «A veces soy bastante introvertido, pero otras veces soy muy abierto». Sin embargo, cuando lo piensa para sí, no tiene dificultades para determinar si es introvertido o extrovertido. La mayoría de las personas también tenderán a exagerar lo diversos e impredecibles que son sus gustos en música, comida y amigos. En general, nos vemos como espíritus libres impredecibles igualmente capaces de hacer una cosa o exactamente lo contrario en cualquier situación, pero esa fantasía delirante no es compartida por otros.
También es inconsistente con los hechos: hay un patrón repetitivo en nuestros comportamientos cotidianos. La razón principal de esto es que una sensación de singularidad tiende a inflar nuestros egos. Nos hace sentir creativos, originales e interesantes, y en nuestra sociedad de consumo esto indica un mayor estatus y sofisticación.
La investigación científica también ha relacionado la necesidad de unicidad con las tendencias narcisistas y muestra de forma alarmante que la tendencia a vernos como únicos y especiales ha aumentado significativamente durante las últimas décadas.
Entonces sí, todos somos únicos, como todos los demás. ¿Quizás es hora de aceptar la previsibilidad? De hecho, los estudios psicológicos indican que existen varias desventajas de ser y verse a uno mismo impredecible.
- Las personas que se consideran más predecibles y menos complejas tienden a disfrutar más de los eventos positivos de la vida.
- Aunque muchas empresas pretenden admirar a disruptores, creativos y personalidades impredecibles, la realidad es que es mucho más probable que te recompensen en el trabajo si te comportas de forma más consistente y predecible. Por ejemplo, la mayoría de las personas prefieren trabajar para un jefe que es predecible y consistente, hasta el punto de ser aburrido. La razón es bastante obvia: las personas quieren evitar el estrés y la ansiedad en su vida cotidiana, y pocas cosas son más estresantes que un jefe impredecible. Los jefes también prefieren empleados que cumplan con las expectativas, lo que implica operar dentro de un modelo bine definido de talento o potencial, con comportamientos predefinidos.
- Existen innumerables beneficios al comprender los patrones de comportamiento predeterminados y disposiciones típicas. La única forma de planificar con éxito en cualquier área de la vida es tener una idea de lo que es probable que se prefiera, piense, sienta o haga en el futuro. Si las personas aprendieran a predecir mejor su propio comportamiento, sin importar lo bueno, malo, racional o irracional que sea, se podrían evitar las malas decisiones.
- Cuanto más impredecible creas que eres, menos efectivo serás para influir en otras personas. La ingenua creencia de que puedes controlar tu reputación a tu antojo y crear la personalidad que desees para impresionar a los demás, explica muchas decepciones en la vida, como no obtener una entrevista de trabajo o promoción, no impresionar a una audiencia durante una presentación o no recibir Me gusta en tus publicaciones en redes sociales.
Contrariamente a lo que puedas pensar, los demás generalmente son mejores que tú para predecir tu propio comportamiento. Numerosos estudios científicos han encontrado que nuestros compañeros de trabajo están en mejores condiciones que nosotros para predecir nuestro desempeño laboral y éxito profesional.