Los precios de los carburantes han repuntado esta semana por primera vez desde principios de julio, tras encarecerse la gasolina y el gasóleo un 0,9% y un 0,7%, respectivamente, y se alejan así de los mínimos marcados la pasada semana a las puertas del puente del 15 de agosto, según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea (UE).
En concreto, el precio medio del litro de gasolina se ha situado en 1,131 euros, rompiendo así con la racha de seis semanas consecutivas de bajadas.
En lo que se refiere al gasóleo, ha repuntado hasta los 1,003 euros, después de que la semana pasada cayera por debajo del umbral del euro tras haber encadenado cinco caídas consecutivas.
Este repunte en los precios de los carburantes coincide con la subida en la cotización del crudo en la última semana, con el barril de Brent, de referencia en Europa, intercambiándose actualmente a 49,8 dólares, frente a los 43 dólares de hace una semana, y el Texas norteamericano a 47 dólares.
A pesar de este incremento en los precios en la última semana, el litro de gasolina es un 9,6% más barato que hace un año, mientras que en el caso del gasóleo el abaratamiento es del 8,4%.
Así, el llenado de un vehículo con un depósito medio de 55 litros de gasolina cuesta en la actualidad 62,2 euros, con un ahorro de más de seis euros con respecto a las mismas fechas del año pasado.
En el caso del gasóleo, el llenado del depósito asciende actualmente a 55,1 euros, lo que representa un ahorro para el bolsillo de unos cinco euros con respecto a hace un año.
PRECIOS CARBURANTES EN LA UE
Los carburantes son más baratos en España que en la media de la UE y la zona euro, donde el precio de venta al público del litro de gasolina se sitúa en 1,269 euros y en 1,306 euros, respectivamente. Por su parte, el litro de gasóleo cuesta 1,112 euros de media en la UE y 1,099 euros en la eurozona.
El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los nuevos gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal en general.