La Federación Española de Bebidas Espirituosas (Febe), Cerveceros de España y la Federación Española del Vino (FEV) han alertado de que una eventual subida de los impuestos especiales, que estaría estudiando el Gobierno para cumplir el déficit, provocará una caída del consumo, una menor recaudación y un recorte en los empleos.
En concreto, el director ejecutivo de Febe, Bosco Torremocha, ha recordado al Gobierno que la industria de bebidas espirituosas y su cadena de valor «son un importante generador de riqueza y empleo en España».
Las bebidas espirituosas aportaron a la economía en 2015 más de 7.500 millones de euros y generaron más de 330.000 empleos, directos e indirectos, en «sectores claves para la economía» como el turismo, la hostelería y los servicios. Además, la contribución de esta industria a la Hacienda Pública superó los 2.000 millones de euros, en concepto de IIEE, IVA e Impuestos Especiales.
Torremocha ha insistido en declaraciones a Europa Press que la subida de impuestos especiales ha tenido «negativos efectos» recaudatorios para el Estado. «La recaudación está por debajo de la de hace una década a pesar de haberse subido cuatro veces los tipos en este período, y en cambio ha ocasionado un impacto muy negativo para las empresas y su competitividad y el empleo», ha señalado, al tiempo que insta al Ejecutivo a «mantener la política fiscal actual».
El sector de las bebidas espirituosas confía en no sufrir un nuevo incremento de impuestos, después de que la industria regresara a la senda positiva en 2015, tras crecer un 2% en España, rompiendo una década de importantes caídas al recuperarse el consumo y la economía.
PONER EN RIESGO LA COMPETITIVIDAD DE LOS SECTORES
Por su parte, el presidente de la Federación Española del Vino (FEV), Christian Barré, ha reiterado que modificar el ‘statu quo’ en materia fiscal «supondría un riesgo a la competitividad de un sector con un gran valor económico social en el conjunto de la economía y en el sector agroalimentario español, cuyas empresas facturaron cerca de 6.100 millones de euros».
El sector del vino aboga por mantener el sistema impositivo actual porque funciona «correctamente» y recuerda que el vino está «definido por Ley como un alimento y forma parte de la dieta mediterránea, y ese papel debe ser reconocido también por la Administración Pública antes de plantear cualquier posible incremento fiscal».
La patronal del vino ha recordado que España es el primer país en superficie de viñedo en el mundo, el tercer productor mundial de vino y figura entre los tres primeros países exportadores, tanto en volúmen como en valor, con cifras récord de 2.637 millones de euros exportados en 2015.
Barré ha destacado que el consumo de vino en España es el «más bajo» de todos los países productores, por lo que una subida de impuestos «agravaría aún más esta situación». «Es un sector muy fragmentado con más de 6.000 bodegas y en el que predominan las medianas y pequeñas empresas, a las que cualquier incremento fiscal golpearía con gran virulencia», ha subrayado a Europa Press.
MIMAR FISCALMENTE LA HOSTELERÍA
En la misma línea, se ha mostrado Cerveceros de España, entidad que representa la práctica totalidad de la producción de cerveza en el mercado nacional, que ha instado al Gobierno a «mimar fiscalmente» al sector y a no subirle los impuestos.
El director general de Cerveceros, Jacobo Olalla, en declaraciones a Europa Press ha reclamado «fundamentalmente» al Ejecutivo que «no se perjudique al consumo» con una subida de impuestos. «Hemos demostrado que es posible recaudar más sin incrementar los tipos, por lo que consideramos fundamental mantener la fiscalidad de la hostelería», ha señalado.
«Hay que mimar fiscalmente a la hostelería y no gravar los precios de los productos que más aportan a la economía nacional. No se debe entorpecer la recuperación del consumo. Pedimos que se mime la hostelería», ha insistido, al recordar que el sector cervecero impacta de forma positiva en la economía española, ya que el valor de la cerveza en el mercado supera los 15.500 millones y supone el 1,4% del PIB.
En materia de impuestos, el Estado ingresa en torno a 3.600 millones de euros procedentes de la cerveza. Del total de ingresos, más del 81% proceden del consumo en hostelería, en su mayoría de las cotizaciones a la Seguridad Social e IRPF (61%), mientras que correspondientes a impuestos especiales se devengaron 318 millones de euros.