Hablar de internacionalización empresarial es, hoy en día y debido a internet, casi una redundancia. Cualquier negocio, empresa, servicio o comercio que tenga una presencia en este medio ya está internacionalizada, ya que cualquiera y desde cualquier lugar del planeta puede acceder a ella en ese espacio global que supone la world wide web.
Otra cosa es si resulta o no interesante y/o productivo invertir en internacionalización y, por supuesto, en caso afirmativo, hacerlo bien.Indudablemente hay negocios que son eminentemente locales, mientras que otros tienen campos de acción más amplios.
Así, una mercería o un taller mecánico, en principio, poco tienen que hacer y ganar con la internacionalización de sus negocios. Sin embargo, ello no quiere decir que una página web no les haga falta o esté fuera de lugar, ya que la gente o posibles clientes (también los locales) buscan cada vez más información y servicios a través de internet.
Cada vez resulta más evidente que, para cualquier negocio, no estar o no tener presencia en internet se está volviendo casi sinónimo de no existir o supone -como mínimo- un servicio menos a tener en cuenta.
De hecho, tener presencia en internet ya se puede comparar como en su día ha sido tener teléfono o, incluso, una dirección postal. Y sino, ¿a través de qué medio se están produciendo hoy en día la inmensa mayoría de las comunicaciones que se suelen dar en cualquier actividad empresarial? La misma mercería o taller de los ejemplos de actividades locales, ¿acaso no precisan, procesan y recurren a internet para hacer sus pedidos, recibir información, propaganda, buscar ofertas, proveedores o realizar pagos?
Creo que queda claro, por tanto, que Internet es un medio imprescindible para cualquier actividad empresarial que persiga tener éxito. Resulta irrenunciable. Y cualquier retraso, reticencia o postura en contra no es más que síntoma de la falta de adecuación al mercado.
Sentado lo cual, volvemos al tema de la internacionalización, algo que se consigue o a lo que se accede, se quiera o no, principalmente a través de este medio.
Pero una cosa es volverse internacional involuntariamente o sin pretenderlo y otra cosa bien distinta es procurarlo o apostar por ello.
Si algo se puede entresacar de lo visto hasta ahora en este terreno -de la internacionalización a través de Internet- es que hay dos factores importantes y decisivos: la visibilidad y la operatividad.
Al abordar el primero de ellos, la visibilidad, nos encontramos a su vez que una cosa es que te busquen en Internet y otra que te encuentren. Si bien lo importante o fundamental es que el target o público objetivo se interese por el producto o servicio en cuestión, no lo es menos que dicho interés no se vea mermado por un complicado acceso o proceso a través de este medio, cada vez más básico e imprescindible, como ya queda dicho.
En cuanto al segundo de los factores aludidos, cuando me refiero a la operatividad quiero hacer referencia, básicamente, a la satisfacción del cliente. Parece claro que aquello que determina más el posible éxito empresarial a través de este medio es el acceso, producto, precio y servicio. Claramente y en pocas palabras, me estoy refiriendo a lo que se conoce como comercio electrónico, con sus pasarelas de pago, entregas, devoluciones, reclamaciones, logística, etc.
Y este es el punto al que quería llegar en este monográfico dedicado a la internacionalización: el camino a seguir, el horizonte empresarial que se contempla es aquel que pasa, cada vez más irremediablemente, por Internet, cuya fórmula o requisitos son la visibilidad y la operatividad.
Para avalar o respaldar esta afirmación, me baso precisamente en los casos de Amazon, Ebay o Alibaba, esto es, en los grandes operadores visibles del comercio internacional. Estos negocios, denominados plataformas, han basado su éxito en el triángulo descrito: Internet-visibilidad-operatividad. Y si bien este parece ser el camino marcado o a seguir y que parece monopolizado o difícil de competir, no me parece que ello deba servir de excusa o desmotivación para no intentarlo.
Con todo ello, lo que pretendo y vengo a decir es que nuestras pequeñas y medianas empresas deben internetizarse, si se me permite el término. Clusters, plataformas o logísticas comunes, cooperativas de comercialización … hay posibilidades; y lo que no podemos hacer es quedarnos de brazos cruzados o que otros lo hagan por nosotros.
El refranero español, que es muy sabio, ya lo dice a su estilo y forma. Si no muestras tu producto, negocio o servicio, difícilmente se va a vender.