Según se desprende de una encuesta realizada por el Banco Central Europeo (BCE).
El estudio, que se publicará durante el próximo verano, muestra, además, que las transacciones en efectivo suponen «algo más» de la mitad del total de las operaciones, según adelantó el presidente del instituto emisor europeo, Mario Draghi, a propósito de la presentación del nuevo billete de 50 euros.
«La encuesta sobre el uso del efectivo encargada por el BCE, cuyos resultados publicaremos próximamente, muestra que más del 75% de los pagos en puntos de venta de la zona del euro se realizan en efectivo, lo que, en valor, representa algo más de la mitad del total de las operaciones», afirmó Draghi, para añadir que «incluso en la era digital», el efectivo sigue siendo «esencial» para la economía de la eurozona.
La encuesta se basa en un registro diario realizado por 65.281 participantes entre octubre de 2015 y julio de 2016, a quienes se solicitó que anotaran todos los pagos realizados en puntos de venta, como supermercados, tiendas de bienes de consumo duradero, bares, restaurantes y mercadillos, según explicó el BCE.
NUEVO BILLETE DE 50 EUROS
Las declaraciones de Draghi coinciden con la presentación del nuevo billete de 50 euros correspondiente a la serie Europa, que entra en circulación en los países de la zona euro este martes e incorpora nuevas medidas de seguridad.
La introducción del nuevo billete forma parte del compromiso del supervisor bancario europeo por mejorar los elementos de seguridad de los billetes en euros, por lo que se ha introducido un holograma que incluye una ventana con un retrato de la diosa Europa visible en ambos lados del billete.
Esta ventana se vuelve transparente al mirar el billete al trasluz, lo que supone un «importante» avance en la tecnología de billetes que dificulta «aún más» su falsificación. Además, el billete incluye un número verde esmeralda que cambia de color al azul oscuro al inclinarlo.
El diseñador gráfico alemán Reinhold Gerstetter ha sido el responsable de actualizar el diseño de los billetes de euro, que en su serie Europa incluyen aquellos países incorporados desde la ampliación de la UE de 2002.
La llegada del nuevo billete de 50 euros se suma a la introducción gradual de las denominaciones de inferior valor de la serie Europa, después de la puesta en circulación del billete de 5 euros (2 de mayo de 2013), seguida del nuevo billete de 10 euros (23 de septiembre de 2014) y del nuevo billete de 20 euros (25 de noviembre de 2015).
La serie Europa se completará con la puesta en circulación de las nuevas denominaciones de billetes de 100 y 200 euros, pero a diferencia con su predecesora, no incluirá la denominación de 500 euros, después de que el BCE anunciase en mayo de 2016 el cese de su impresión.
A pesar de la llegada de los nuevos billetes de 50 euros, las denominaciones de la primera serie seguirán emitiéndose junto con los nuevos hasta agotar stocks y los billetes de ambas series circularán en paralelo, indicó el BCE.
«Los billetes en euros de la primera serie podrían dejar de tener curso legal en un futuro lejano tras anunciarse con antelación suficiente», apuntó el BCE, subrayando que, no obstante, mantendrán su valor por tiempo indefinido, pudiendo ser cambiados durante un periodo ilimitado en los bancos centrales nacionales del Eurosistema.
LA DENOMINACIÓN MÁS UTILIZADA DEL EUROSISTEMA
La denominación de 50 euros es la más utilizada del Eurosistema, con más de 8.500 millones de billetes, aproximadamente el 45% del total en circulación, por delante de la de 20 euros, con 3.363 millones de billetes, y de la de 10 y 100 euros, que cuentan con aproximadamente 2.200 millones de billetes en circulación cada una.
El nuevo billete mantiene el diseño ‘épocas y estilos’ de la primera serie y muestra los mismos colores dominantes, aunque han sido modificados «ligeramente» para incorporar elementos de seguridad que permiten distinguirlos «fácilmente» de los billetes de la primera serie.
Así, en el mapa de Europa que aparece en el anverso se han incorporado los países que se han integrado en la Unión Europea (UE) desde 2002, como Malta y Chipre, se ha incorporado la palabra ‘euro’ escrita en el alfabeto cirílico, además de latino y griego, mientras que la sigla del BCE figuran en diez variantes lingüísticas en vez de las cinco anteriores.