Prohibir pagar en monedas tendrá multas de 150 a 10.000 euros

Pagar en efectivo está protegido por ley: ¿acabará esta norma con la exclusión financiera?

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Actualizado 07 | 07 | 2022 07:00

Pagos efectivo

Poco se pensaba, hace tan solo cinco años, que los billetes y las monedas quedarían relegados a un segundo plano. En la actualidad, es muy común entrar en una tienda y comprobar que solo se puede pagar con la tarjeta de crédito.

Los cajeros automáticos también disminuyen, y cada día que pasa es más complicado dar con uno para sacar efectivo. «Es una tendencia que ya estaba creciendo, pero la pandemia la aceleró», afirma Elisabet Ruiz Dotras, profesora de los Estudios de Economía y la Empresa y directora del máster de Instrumentos y Mercados Financieros de la UOC.

Ante esta situación, el Gobierno ha modificado la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, y ahora es obligatorio aceptar dinero en efectivo en cualquier establecimiento. Prohibir este método puede suponer multas que oscilan entre los 150 y los 10.000 euros. «Esta reforma viene desde Europa, ya que la política monetaria de la Unión Europea, por el momento, protege el euro físico», añade Ruiz Dotras.

Reducir la exclusión financiera: inmigrantes y tercera edad

Para Rosana Pérez Gurrea, abogada, profesora colaboradora de los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la UOC y vocal de la Subcomisión sobre Derechos de los Consumidores del Consejo General de la Abogacía Española (CGAE), esta reforma supone «combatir la exclusión financiera, porque pagar con tarjeta de crédito no está hecho para todos los públicos«. También en la misma línea, Ruiz Dotras entiende que hay que proteger aquellos colectivos más vulnerables, no tan familiarizados con la tecnología. «Muchas personas mayores no hacen uso de la tarjeta o, a veces, ni siquiera la tienen y van con su libreta; no aceptar efectivo es una exclusión, y cuando se redacta una ley es para incluir a todo el mundo», explica la experta.

Además, Ruiz Dotras incide en otro colectivo que también se ve beneficiado con esta reforma. «Muchos inmigrantes, cuando llegan, no pueden tener una cuenta bancaria, ya que se dedican a la obra o a los cuidados del hogar y les pagan en negro; esta gente se sustenta con el dinero físico, de modo que negarles esta forma de pago es complicarles que se puedan mantener», reflexiona.

¿Esta reforma favorece el blanqueo?

Para Ruiz Dotras, esta reforma supone mantener la economía sumergida. «En España tiene un peso importante, al Estado también le interesa que haya movimiento y gasto con este dinero», afirma. No obstante, perseguir el dinero en negro también es uno de los desafíos del Gobierno. Hace tan solo un mes, el Congreso de los Diputados aprobó la ley de prevención y lucha contra el fraude fiscal, que incluye medidas como la limitación de los pagos en efectivo a 1.000 euros (anteriormente, estaban limitados a 2.500 euros) o la prohibición de las amnistías fiscales.

Sin embargo, como recuerda Ruiz Dotras, «la intención a largo plazo es reducir el dinero en negro, acabar con él, pero no se puede cortar de raíz un fenómeno como este, muy vinculado también al tipo de sociedad y cultura del país».

España y el efectivo 

A pesar de que la tarjeta se ha impuesto como método de pago, aún quedan franjas de edad que prefieren la moneda. Es el caso de la población mayor, como se ha comentado. No obstante, los jóvenes que tienen entre 18 y 24 años también prefieren el efectivo, tal y como refleja una encuesta realizada por el Banco de España.

Además, es la opción más habitual en los municipios de menos de 100.000 habitantes (un 37,5 %). Como señala la entidad, el descenso en el uso de efectivo como medio de pago es sostenido desde 2014, cuando casi un 80 % de los encuestados lo tenía como primera opción. Desde entonces, el uso de tarjetas de débito se está imponiendo como primera opción. Se trata de una situación que no tiene pinta de cambiar, ya que el 40 % de las personas entrevistadas prevén utilizar medios de pago ligados a las nuevas tecnologías o aumentar su uso, frente al 24 % que declaraba esta intención en 2019.

Países sin moneda 

«En Europa, aún impera la idea de que se debe proteger el efectivo, aunque muchos países consideran que sería mucho más fácil eliminarlo del todo. Pero aún existen muchas generaciones que no están habituadas al pago con tarjeta; en cuanto estas desaparezcan, ya no habrá tanto interés en proteger el efectivo», incide Ruiz Dotras. De hecho, hay países donde la moneda ha quedado obsoleta. En Suecia, el 95 % de las compras al por menor se hacen ya sin efectivo, y muchas sucursales bancarias no aceptan ni ofrecen billetes y monedas. Está tan generalizado el pago con tarjeta y a través del móvil que muchas iglesias lo aceptan para donaciones, e incluso las personas sintecho utilizan este medio de pago.

Otro caso parecido es el de Noruega, donde se produce una situación similar: tan solo el 10 % de las operaciones se realizan con dinero en efectivo, y apenas el 3 % del dinero que maneja el país es físico. Fuera de Europa, estados como Canadá lideran el ranquin de países cashless, que se han propuesto eliminar el efectivo en los próximos años.

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