Hay una serie de condicionantes a los que una empresa de reparto debe responder

Cómo optimizar las rutas de reparto

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Actualizado 11 | 09 | 2019 07:00

Rutas de reparto

Cuando planificamos una ruta de reparto pretendemos trazar los mejores itinerarios para tardar el mínimo tiempo posible en realizar las entregas, además de evitar enfrentar la mercancía a los menores riesgos posibles, evitar puntos conflictivos, etc.

Pero, además del itinerario, hay que decidir sobre los recursos humanos, materiales e intangibles que vamos a utilizar como, por ejemplo:

  • Qué conductores y vehículos emplearemos en cada tramo.
  • Valorar si los vehículos necesitan algún tipo de mantenimiento o reparación.
  • Cómo emplear naves y plataformas logísticas.
  • Cómo minimizar el empleo de combustible.
  • Qué tecnologías de apoyo a las rutas nos interesan.

Al trazar las rutas es importante que evitemos emplear recursos innecesarios y buscar la menara de hacerlas lo más económicas posible. Otro de los objetivos es sentar bases para el futuro, es decir, tomar decisiones que tengan que ver con la política de inversiones de cara a largo plazo. Por ejemplo, a la hora de construir un centro logístico. También es necesario disponer de información, de lo contrario no sabremos adaptar las rutas a las circunstancias que demanda el entorno  en cada momento.

A qué restricciones nos enfrentamos al optimizar rutas de reparto

Hay una serie de condicionantes a los que una empresa de reparto debe responder:

  • Laborales. La productividad de los trabajadores puede variar según lo complejo que sea el trayecto a realizar, las horas que tarde, de su motivación e incentivos, de la toma de sus propias decisiones, etc.
  • Comerciales. Son el emisor y el receptor quienes marcan las condiciones de envío y entrega. Pero pueden diseñarse ofertas que permitan modificar y optimizar la manera de prestar el servicio.
  • Legales. Hay que tener en cuanta diferentes normas: legislación sobre transporte terrestre, circulación, vehículos, derechos de consumidores, marco laboral, etc.
  • Circulatorios. Al planificar y establecer una ruta hay que tener en cuenta las circunstancias del tráfico y plantear alternativas en caso necesario.
  • Financieros. Los costes de las rutas son aleatorios ya que al hacer un mismo trayecto no siempre nos enfrentaremos a las mismas circunstancias. Por ejemplo, pueden surgir costes por fallos en la manipulación, por un accidente, etc. Por lo tanto, se deben tomar las medidas necesarias para que los riesgos asumidos en cada ruta no sean superiores a los aceptables por la empresa.

La importancia de las tecnologías de localización

Una vez considerados todos los factores y que ya disponemos de la ruta correcta, es hora de evaluar los resultados. Es necesario saber cómo ha ido cada reparto: los itinerarios, las paradas, las desviaciones por exceso de tráfico, etc. La localización nos da unos datos  de los que podemos aprender a identificar las causas de muchos problemas para dar, de esta forma, una repuesta.

Existen diferentes programas que una empresa de trasporte pueden utilizar para optimizar las rutas y saber, por ejemplo, cuál es la ubicación de cada empleado, contribuir a disminuir el consumo de combustible y tiempo, y mejorar el control de la superación de los límites de velocidad o el acceso a zonas prohibidas.

Por lo tanto, optar por la digitalización favorece la productividad de los empleados reduciendo los tiempos muertos y es, a su vez, de gran ayuda para la optimización de rutas de reparto.

 


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