Un influyente pronóstico de 2013, realizado por la Universidad de Oxford, dijo que cerca de la mitad de los empleos en los Estados Unidos y un tercio en el Reino Unido se encontraban en «alto riesgo» de ser automatizados durante los siguientes 20 años.
El estudio de Carl Frey y Michael Osborne, de la Universidad de Oxford, formó la base para las proyecciones del Banco de Inglaterra, así como una herramienta popular de la predicción del riesgo para la BBC. También inspiró a otros estudios que, de manera similar, hicieron estimaciones (con dos dígitos) sobre el porcentaje de trabajos que se enfrentaban a la erradicación por culpa de la inteligencia artificial.
Pero ahora la OCDE sitúa la cifra de Estados Unidos en un 10% y en el Reino Unido en el 12%. Argumentando que las previsiones anteriores exageraron el impacto de la automatización porque se habían basado en una amplia agrupación de trabajos con parecidas denominaciones. Su nuevo análisis, por el contrario, tiene en cuenta esas diferencias entre trabajos con denominaciones parecidas. Por ejemplo, el papel de un carpintero puede variar mucho dependiendo del tipo de proyectos en los que se involucre, la cantidad de autonomía que tenga y el tamaño de su empleador o empresa.
Factores a tener en cuenta
La OCDE ha dicho que una variedad de factores hacían que algunos trabajos con denominación similar fueran menos susceptibles a la automatización que otros, dependiendo de si:
- ya se han adoptado ordenadores y otros equipos que sustituyen el trabajo humano
- el papel que implica tener que lidiar con relaciones sociales complejas, incluyendo el cuidado de otros y el reconocimiento de las sensibilidades culturales
- si requiere mucha creatividad y un razonamiento complejo
- si el trabajo requiere mucha manipulación física de los objetos en un entorno de trabajo en constante cambio.
Al referirse a otra encuesta reciente de la OCDE, la organización pudo tomar en cuenta algunos de estos factores. En general, el organismo económico, que supervisa las economías de los países más ricos del mundo, predijo que el 14% de los empleos en 32 países miembros encuestados corrían un alto riesgo de automatización durante el período especificado. Agregando que un 32% más de puestos de trabajo se enfrentan a un proceso significativo de automatización.
Su informe también resaltó las variaciones entre las diferentes regiones. Así, los puestos de trabajo en los países anglosajones, nórdicos y países bajos tendrían menos probabilidades de ser automatizados que los del sur y el este de Europa, así como los de Alemania, Chile y Japón.
Cualificación y juventud
Además, el informe dice que no encuentra pruebas medibles de que la IA o AI afectase significativamente a los empleos que requieren altos niveles de formación y habilidad, a pesar de lo que se había afirmado al respecto en otros informes al respecto.
Sin embargo, la OCDE agregó que los trabajos de menor cualificación, que incluían tareas rutinarias -incluidos los limpiadores, los trabajadores agrícolas y los preparadores o manipuladores de alimentos- se enfrentaban significativamente a un mayor impacto que las olas anteriores de automatización.
Asimismo, ha destacado otra revelación: el riesgo de automatización parece ser más alto entre los trabajos realizados por adolescentes: «los jóvenes y los adultos hacen cosas diferentes en el trabajo, incluso cuando tienen trabajos con la misma denominación ocupacional», señala el informe. «Las advertencias en algunos países desarrollados de que los empleos para jóvenes han sido más difíciles de conseguir en los últimos años deben tomarse en serio y estudiarse en el contexto de la automatización del empleo».
Tanto el Prof. Osborne como el Dr. Frey dijeron que no habían tenido la oportunidad de leer el estudio con suficiente detalle para discutirlo en este momento. Pero un experto independiente comentó que cualquier predicción de este tipo debe ser tratada con cautela: «el problema con todos los estudios que intentan aplicar alguna evidencia empírica a este debate es que no tienen en cuenta la mejora acelerada en la capacidad de los sistemas de AI», dijo Calum Chace, autor de The Economic Singularity: «es una tontería declarar hoy las limitaciones de lo que las máquinas serán capaces de hacer», «una posibilidad seria es que dentro de una generación -30 años- mucha o la mayoría de la gente no será empleable porque las máquinas podrán hacer cualquier cosa mejor, más barato y más rápidamente», «deberíamos tomar esta posibilidad en serio y trabajar en lo que haremos al respecto».