El número de trabajadores que han abandonado voluntariamente su puesto de trabajo, lo que se conoce como rotación laboral voluntaria, se ha multiplicado por cinco desde 2010, según un informe de Meta4 y el IESE sobre el dinamismo en el mercado laboral español.
Así, la media de empleados que han dejado su trabajo de manera voluntaria pasó de uno por cada 600 en 2010 a uno por cada 120 a finales de 2016.
Según este informe, este incremento de la rotación laboral voluntaria indica una mejora del mercado laboral, pero también supone un aviso para las empresas, que necesitarán adoptar medidas para retener el talento.
El estudio aprecia un aumento inicial, a partir de 2010, de las bajas voluntarias en empresas con altos porcentajes de trabajadores temporales, mientras que a partir de 2012 se observa también una tendencia creciente de las bajas voluntarias en el resto de empresas debido, quizá, a la mejora de las oportunidades laborales.
Teniendo en cuenta tanto bajas voluntarias como involuntarias, el informe pone de manifiesto que uno de cada cinco trabajadores cambió de puesto de trabajo en el primer trimestre por el mayor dinamismo laboral, que se encuentra en máximos desde 2010.
Este mayor dinamismo puede indicar la existencia de mejores oportunidades para quienes se encuentran temporalmente sin empleo o a un aumento de la precariedad y de la rotación de las plantillas.
El estudio constata la estabilidad en la creación de empleo y en la destrucción de puestos de trabajo. Así, de cada 100 empleos, 3,6 han desaparecido y se han creado 5,7, lo que demuestra que, a pesar de que los movimientos del mercado laboral están creciendo a un ritmo histórico, la creación y la destrucción de empleo «lleva estancada desde principios de 2015».