De acuerdo con los principios definidos por Michael Porter, la esencia de toda estrategia está en elegir qué vamos a hacer para, entonces, decidir cuidadosa y acertadamente nuestras acciones, de entre las distintas alternativas posibles.
De esta manera, todo se reduce a las decisiones.
Elegir. Como la vida misma
Decidir es, también, responder a la pregunta sobre qué es lo que NO vamos a hacer.
Un Franquiciador debe obligatoriamente aportar esto a su red de franquiciados.
Y no es una aportación menor, que diría alguien con mucha cuota en informativos…
Por su parte, las decisiones deben trasladarse al ámbito de la acción y, aquí, aparece la necesidad de los recursos que permitan precisamente eso, hacer aquello que, en consecuencia, “debe” hacerse.
O no.
Hoy, existen más formas que nunca antes de conseguir recursos para tu negocio.
Toda una responsabilidad, tanto si acudimos al “Friends, family & fools” como si decidimos acortar mediante la aportación de garantías personales.
Lo normal es que la pregunta que sobrevuela todo el proceso de financiación, desde que se decide iniciarlo hasta que se obtiene la respuesta, es: ¿Y si NO la conseguimos? ¿Y si NO nos la conceden?
Retrocedamos un poco.
¿Pedimos el dinero para afrontar gastos, o lo hacemos para crear un activo, mediante el que generaremos un beneficio sostenible?
Si es para gastos no lo llames “inversión”, sencillamente, porque es un derroche.
Salvo que, inequívoca y desapasionadamente, sean los gastos necesarios para adquirir o crear o asentar o agrandar ese activo.
Un canon de entrada.
Una renta de alquiler
La adecuación del local, su imagen
El producto, o la capacitación para prestar un servicio
Un royalty
Todos ellos pueden ser una u otra cosa.
Una buena práctica es la de validar la capacidad de obtener recursos financieros de los clientes, como contraprestación a la entrega de algo que realmente necesitan: el producto y/o servicio en cuestión.
De nuevo, una excelente oportunidad para la aportación del franquiciador, cuyo modelo de negocio debe, necesariamente, haber pasado este increíblemente esclarecedor test.
Y pasarlo cada día
Y ser capaz de pasarlo mañana
Y tomar las decisiones adecuadas sobre lo que debe hacerse, sobre lo que no debe hacerse, sobre cuándo, sobre cómo, sobre por quienes… ¿Estás tú entre ellos?
A veces, el sistema funciona y hace el trabajo por nosotros y no contra nosotros, como puede parecernos a simple vista.
A veces, un NO es la mejor respuesta que podríamos haber obtenido ya que, de lo contrario, inmediatamente, tendríamos que enfrentarnos a una pregunta para la que no caben improvisaciones a la hora de responder: ¿Y si nos dan la financiación?