Al 60% de los usuarios se le estropeó un móvil en los últimos cinco años, mientras que el 46% decidió no repararlo por considerar que era muy costoso, según una encuesta elaborada por la Organización de Consumidores (OCU).
Los resultados apuntan además que, aun cuando el aparato es relativamente nuevo, los usuarios descartan la reparación si estiman que ya no compensa económicamente o el coste supera el 28% del precio original, en el caso de un móvil o un portátil, y el 23% si se trata de un televisor.
En este sentido, OCU advierte de que la fecha de reparación de los aparatos suele llegar «demasiado pronto»: al menos la mitad de los móviles y las lavadoras sufre algún daño antes de que pasen los cinco años, aunque los datos varían según la marca.
SI TIENEN 8 AÑOS, HAN CUMPLIDO SU VIDA ÚTIL
Realizada a casi 1.000 usuarios, los datos de la encuesta muestran que si el aparato ha cumplido los ocho años, dejan de acudir al servicio técnico al considerar que el producto ha cumplido con su vida útil y ha llegado el momento de cambiarlo por un modelo nuevo.
En el caso de los aparatos electrónicos, los plazos son inferiores: menos de siete años para un portátil, cinco para una ‘tablet’ y cuatro años para un teléfono móvil.
OCU asegura que los móviles y aspiradoras no pueden repararse en una de cada cinco ocasiones, una situación de difícil solución por la ley de garantías actual, que solo establece el compromiso de la marca a cambiarlo por un modelo nuevo o devolver el importe pagado si el daño se produce durante los dos primeros años desde la compra del dispositivo.
Además, el fabricante solo tiene la obligación de facilitar piezas al servicio técnico hasta cinco años después de haber dejado de venderlo, una situación que dificulta la reparación de los aparatos.
LA REPARACIÓN, EN EL SERVICIO TÉCNICO OFICIAL
Aunque lo habitual es llevar el aparato a la tienda donde se compró o al servicio técnico oficial de la marca, cuando se trata de un portátil, los consumidores prefieren visitar un servicio multimarca (30%) o llamar a un técnico particular (17%), mientras que el 14% de los encuestados consigue repararlo por su cuenta.
En este sentido, OCU lamenta el modelo de economía lineal (comprar, usar y tirar) y espera que España adopte la medida que la Unión Europea tiene previsto proponer: introducir un índice de reparabilidad en la etiqueta de los productos que evalúe la facilidad de arreglo y la disponibilidad y el precio de los recambios.