Son muchas las empresas que recurren a la externalización de servicios, práctica conocida como outsourcing. Es algo que ocurre especialmente en puestos técnicos, puesto que la demanda de estos profesionales es incesante, las habilidades evolucionan constantemente, dependen mucho de proyectos y requieren de un alto grado de especialización.
Gracias al outsourcing, las compañías que no cuentan con recursos necesarios para hacer frente a determinados proyectos pueden subcontratar a un tercero que ayuda a integrar talento. Actualmente[1] más de la mitad de las empresas (un 52%) recurre a la externalización de servicios porque les facilita el acceso a nuevos recursos. Y es algo imparable, puesto que se prevé que un 80% aumente su apuesta por el outsourcing.
Los expertos de Entelgy Outsourcing, división de Entegy, The BusinessTech Consultancy analizan los beneficios que tiene para una empresa apostar por este modelo de contratación:
- Actualización tecnológica permanente: Las nuevas tecnologías evolucionan a una velocidad vertiginosa y, ahora más que nunca, muchas empresas sencillamente no cuentan con los recursos necesarios para hacer frente a esta constante necesidad de adaptación y atracción de talento. Ante este contexto, las organizaciones optan por contratar a un tercero que es, precisamente, especialista en acceder a profesionales especializados en las últimas tecnologías, ya sean lenguajes de programación, CRM, diseño UX/UI, inteligencia artificial o criptomonedas.
- Reducción de costes, aumento de negocio y mejor planificación financiera: El 47% de las empresas asegura que apuesta por el outsourcing para reducir costes. La externalización de los servicios permite a las empresas ahorrar en costes asociados a la contratación, formación interna, infraestructuras o tecnología. Además, se evitan grandes inversiones para formar equipos para proyectos puntuales, que serían inasumibles de otra forma y se convertirían en una pérdida de ingresos. Por otro lado, gracias a esta externalización es más sencillo establecer unos costes fijos a la hora de hacer una previsión detallada de los gastos que va a tener el desarrollo de la tarea y evitar cualquier tipo de imprevisto.
- Mayor grado de especialización: Debido al mercado tan cambiante, a muchas compañía les cuesta encontrar personal especializado en un área en concreto. Desde Randstad señalan que el 55% de las empresas españolas está encontrando dificultades en dar con los perfiles buscados, incluso si el sueldo ofertado está por encima del mercado. Al contratar estos servicios a un tercero especializado en un sector en concreto, evitando la diversificación de recursos, personal y no abarcando otras áreas que pueden ser menos importantes a nivel estratégico, la compañía se centrará en su actividad principal aumentando así la especialización mientras amplía negocio.
- Aumento de la productividad y calidad: Si se contrata a un tercero con experiencia en el área requerida la compañía se asegura un resultado de calidad, que igual de otro modo tendría más complicado llevar a cabo. Además, la duración del desarrollo de esa actividad, dado que se trata de una organización especializada en esa tarea, puede que sea menor a la que se tenía en mente un primer momento ya que se evita la inversión de tiempo derivado de la contratación de personal, como la selección previa, su posterior formación y su integración en el equipo. De este modo, se desarrolla el mismo trabajo, pero un periodo de tiempo menor, aumentando así la productividad.
“Hay beneficios muy concretos para las compañías que apuestan por la externalización de servicios. Podríamos decir que les permite llegar donde, de otra forma, sería imposible. Estamos hablando de generar más negocio, controlar mejor los gastos y estar a la vanguardia tecnológica, en un mercado que cambia a velocidad de vértigo”, explica Fernando Naranjo, Director Corporativo Business Services de Entelgy. “Además, más allá de los beneficios directos que permite el outsourcing, esta ampliación y optimización de los servicios suele traducirse en una mejora de la imagen de marca, que lleva a conseguir nuevos clientes”.
[1] Investigación realizada por Whitelane Research y por la consultora Quint Wellington Redwood