La construcción de talento en el liderazgo es un gran desafío al cual se enfrentan las empresas hoy en día. Pero ¿Por qué sucede esto? Muchos líderes simplemente no saben cuál es su verdadera función. El aprendizaje se centra en la técnica y la experiencia, y no en lo que será su principal responsabilidad: el aspecto humano.
Además, se suele olvidar otro papel vital que deben desempeñar: los líderes tienen que ser capaces de comunicar claramente la misión de la empresa y cómo el trabajo de cada miembro del equipo es importante para avanzar en esta dirección.
Para que los empleados estén motivados y estén dispuestos a dar más de sí para hacer su trabajo, hay que ayudarlos a encontrar un sentido especial en el trabajo que realizan. Por regla general, este sentido se origina de tres maneras posibles: impacto personal en el trabajo (lo que yo hago), la cultura (cómo lo hacemos) y la misión (por qué lo hacemos). En la práctica, ¿cómo se puede construir ese sentido especial en su equipo, creando un ambiente de mayor motivación en el trabajo? Aquí detallamos algunas sugerencias que se pueden implementar en su negocio:
1. Hacer un ejercicio con su equipo para que cada uno identifique sus principales fortalezas y mostrar cómo utilizar estas características en el trabajo diario. Después, ayúdelos a planificar el desarrollo de su propia carrera para lograr este objetivo.
2. El feedback no debe ser solo de arriba hacia abajo. Puede preguntar a todos los empleados acerca de qué valores que la empresa promueve no son percibidos en el lugar de trabajo.
3. Orientar a sus empleados hacia las funciones con las que puedan identificarse y sentirse más motivados. Para ello, busque crear un ambiente inicial más flexible y luego asignar a cada empleado una tarea en la que cada uno destaca. Distribuir equitativamente aquellas tareas que nadie quiere hacer, después de todo existen en cualquier lugar de trabajo.
4. Los errores son acontecimientos naturales. Más importante que castigar a los «culpables» es promover una reflexión a nivel individual y organizacional para entender el error y aprender de él.
5. Humanizar el ambiente de trabajo. Por ejemplo: alentar a los empleados para que decoren sus escritorios, promover actividades fuera del lugar de trabajo, hablar más sobre lo cotidiano, ¡las posibilidades son infinitas! Puede identificar aquellas que son las más apropiadas para el equipo y para la empresa y llevarlas a la práctica.
Un comentario final: para que todo esto suceda, el líder tiene que saber exactamente lo que hace cada miembro del equipo y por qué todas las actividades que lleva a cabo son importantes para el funcionamiento de la empresa. Solo así será posible crear un ambiente de motivación en el trabajo.
Por lo tanto, esté presente en las actividades de la vida cotidiana para saber qué cosas le pasan a su equipo todos los días. Además de adquirir el conocimiento que necesita para construir ese significado especial, también sentirá el gran efecto colateral de estar cerca de su equipo.