La tecnología influye cada vez más en la industria de la moda, dando lugar a conceptos como techwear y smart fashion. Con el auge de la inteligencia artificial, esta industria adquiere una nueva dimensión. El reto consiste simplemente en incorporar la tecnología a prendas de vestir sin concesiones. Las distintas innovaciones están pensadas para aumentar la comodidad y funcionalidad de las prendas, pero también plantean nuevos retos.
Check Point® Software Technologies Ltd. (NASDAQ: CHKP), señala cuáles son los riesgos de ciberseguridad asociados a la moda inteligente.
El techwear, que incluye tecnologías avanzadas como materiales impermeables, iluminación LED y elementos calefactores controlados por smartphone, plantea nuevos desafíos de seguridad. Aquí es donde empieza el problema cualquier persona puede vulnerar un dispositivo conectado, incluida la ropa inteligente.
La moda inteligente y sus datos pueden explotarse para ataques personalizados o venderse en la Dark Web
La moda inteligente integra tecnología wearable en ropa y accesorios, como smartwatches, fitness trackers y anillos inteligentes que rastrean la actividad física, los datos de salud y facilitan los pagos. Estos dispositivos, con acceso a información sensible, son objetivos principales para los ciberdelincuentes. Los datos robados pueden explotarse para ataques personalizados o venderse en la Dark Web. Por ejemplo, los atacantes podrían utilizar la información de su ejercicio para elaborar esquemas de phishing convincentes, llevándole a descargar malware al conseguir que los usuarios hagan clic en un enlace o caigan en estafas.
La ropa inteligente, como zapatos o calcetines con sensores biométricos, puede controlar parámetros de salud como la frecuencia cardíaca, la respiración y la actividad muscular. Si el dispositivo atacado dice que el ritmo cardíaco es muy alto e indica que hay que hacer clic en el enlace para obtener más información, la mayoría de la gente sería víctima de la estafa. Los micrófonos y altavoces de la ropa conectados a asistentes virtuales son vulnerables para espiar. Por ejemplo, Levi’s en colaboración con Google, ha desarrollado una chaqueta que se conecta a un teléfono para comunicarse y escuchar música. Pero si se van a negociar millones de dólares en una reunión importante, ¿podría piratearse la chaqueta para espiar y obtener información sensible?
Algunos accesorios inteligentes salvan vidas, como los que vigilan a personas mayores para detectar cualquier fluctuación en su salud o incluso detectan caídas y piden ayuda automáticamente, o las prótesis o exoesqueletos inteligentes para ayudar al movimiento, que se integran en los wearables de moda y se consideran como tales y no como dispositivos médicos. Pero si estas tecnologías críticas se ven comprometidas, los ciberdelincuentes podrían utilizarlas como chantaje, exigiendo rescates para restaurar su funcionalidad. Las gafas inteligentes o las lentes de contacto, que proporcionan datos en tiempo real y análisis del entorno, podrían atacarse para distorsionar la visión o mostrar peticiones de rescate, alterando gravemente su uso.
La integración de la tecnología en la moda está revolucionando la comodidad y funcionalidad de la ropa. La moda inteligente es una amenaza real que podría tener graves repercusiones en el funcionamiento de empresas críticas e incluso en la vida de los usuarios. Por ello, es necesario prestar atención a cada detalle y no subestimar la seguridad de ningún elemento inteligente.