Casi la mitad de las infracciones de las normas europeas de Competencia en el sector agrícola están relacionadas con acuerdos sobre los precios, tanto para fijarlo al por mayor como al por menor, según un informe sobre la aplicación de las normas comunitarias publicado este viernes por la Comisión Europea.
En la mayoría de los casos, señala el estudio, se trataba de acuerdos entre transformadores competidores para fijar el precio mayorista (por ejemplo, del azúcar y la harina) o entre transformadores y minoristas para fijar el precio al por menor (por ejemplo, de productos lácteos, carne o aceite de girasol).
Además de acuerdo sobre la fijación de precios, las autoridades europeas de Competencia detectaron otras infracciones relacionadas con acuerdos sobre la producción, el intercambio de información o el reparto de mercados.
En consecuencia, el informe concluye que la labor de las autoridades de competencia ha beneficiado a los agricultores gracias a mejores ofertas para sus productos. En particular, señala varios casos en los que pusieron fin e impusieron sanciones a prácticas empleadas por los grandes compradores para reducir los precios pagados a los productores.
El documento también subraya que las autoridades europeas de competencia han ayudado a los agricultores a mejorar sus condiciones con las cooperativas.
Con respecto a la protección del mercado interior, la Comisión Europea ha detectado que algunos Estados miembros han intentado en ocasiones restringir las importaciones de productos agrícolas procedentes de otros países de la UE. En este sentido, varias autoridades de competencia han investigado y suspendido una serie de convenios colectivos que buscaban obstaculizar las importaciones procedentes de otro socio comunitario.
Según Bruselas, estas actuaciones han ayudado tanto a los consumidores europeos en los que las importaciones podrían haberse restringido como a los agricultores de otros Estados miembros que se habrían visto afectados por el intento de «entorpecer» las ventas transfronterizas.
Este informe es el primero que el Ejecutivo comunitario publica sobre la aplicación de las reglas europeas de competencia en el sector agrícola. Bruselas ha informado de que, sobre la base del mismo, continuará con el diálogo con el sector, los países y las instituciones europeas sobre «futuras opciones políticas» al respecto.
«Fortalecer la posición de los agricultores y ganaderos en la cadena alimentaria es de vital importancia en este contexto político orientado hacia el mercado. Este informe subraya lo unidos que están la legislación agrícola y la competencia para conseguir unos resultados más justos y eficientes tanto para los productores como para los consumidores», ha destacado el comisario de Agricultura y Desarrollo Rural, Phil Hogan.