Excusas en el trabajo

Las mejores y peores excusas para llegar tarde al trabajo

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Actualizado 15 | 06 | 2018 07:00

Excusas laborales

Hay muchas excusas en el ámbito laboral, ya sea para tomarse un descanso, un día libre o cuando se llega tarde al trabajo. Algunas excusas son legítimas, como cuando una niñera nos dice que no puede venir en el último minuto, tu o un miembro de la familia están enfermos, o tu coche no arranca o pincha. Otras excusas, sin embargo, son demasiado extrañas o inapropiadas.

Las mejores excusas para llegar tarde al trabajo

Una encuesta realizada por CareerBuilder informa sobre las excusas más comunes que los empleados dan por llegar tarde al trabajo.

El tráfico, las horas de sueño y las condiciones meteorológicas son las tres excusas más importantes para llegar tarde al trabajo:

  • Tráfico: 51%
  • Quedarse dormido/a: 31%
  • Mal tiempo: 28%
  • Demasiado cansado para levantarse: 23%
  • Olvidarse algo: 13%

Excusas extrañas

También hubo algunas excusas extrañas en la encuesta:

  • Hace demasiado frío para trabajar.
  • Tuve náuseas matutinas (era un hombre).
  • Mi café estaba demasiado caliente y tuve que esperar a que enfriase.
  • Un astrólogo me advirtió de un accidente automovilístico en una carretera importante, así que tomé otros caminos, llegando una hora tarde.
  • Mi perro se comió mi horario de trabajo.
  • Estaba aquí, pero me quedé dormida en el estacionamiento.
  • Mis pestañas falsas estaban pegadas.
  • Aunque han transcurrido cinco años, me olvidé que no trabajaba en la ubicación de mi antiguo empleo y conduje hacia allí por equivocación.

Excusas más extrañas

Otras excusas recogidas en una encuesta anterior fueron igualmente extrañas:

  • Un empleado afirmó que una cebra corría por la carretera y detuvo el tráfico (resultó ser cierto)
  • Otro empleado se despertó en el césped de una casa, a dos manzanas de su casa
  • El gato del empleado se quedó atascado en el inodoro
  • Que no pudo desayunar –se había quedado sin leche para los cereales y tuvo que ir a comprarlos antes de prepararse para el trabajo-.
  • Otro empleado relató que, accidentalmente, se puso Super Glue en el ojo en lugar de líquido de las lentillas y tuvo que ir a emergencias.
  • Otro empleado pensó que Halloween era unas vacaciones de trabajo.
  • Otro dijo que estaba viendo algo interesante en la televisión y quería ver el final.
  • Otro olvidó que la empresa había cambiado de ubicación.
  • Otro que se le había atascado el cepillo del pelo en la cabeza.
  • Otro que estaba asustado por una pesadilla.

Cuando las excusas no funcionan

Aunque pienses que no pasa nada por llegar tarde de vez en cuando, tu jefe podría no estar de acuerdo. La mayoría de los empleadores (60%) dicen que esperan que los empleados sean puntuales todos los días, y el 43% ha despedido a alguien por llegar tarde (el 41% el año anterior).

Consejos para dar excusas cuando vas a llegar tarde

Antes de considerar el uso de alguna de estas excusas u otras, se debe tener en cuenta el siguiente consejo:

  • Deja que tu jefe lo sepa lo antes posible: si sabes que necesitarás tomarte un día personal por adelantado, deja que tu jefe lo sepa -en persona o por correo electrónico- tan pronto como pueda. Si es una decisión de última hora, comunícate con tu jefe tan pronto como puedas. Si es posible, ofrece venir temprano o quedarte más tarde para compensar las horas perdidas.
  • Ser (sobre todo) honesto: hay mucha probabilidad de que una mentira a tu supervisor, colegas o a los clientes no vuelva a colar, aunque en otra ocasión fuese cierta. Tampoco es fácil recordar lo que dijiste y a quién; mientras que algunos empleadores también hacen un seguimiento de los empleados para ver si están mintiendo o no.
  • No exponerse demasiado: si bien la honestidad es la mejor política, también es mejor mantener una excusa simple y no entrar en detalles. Una excusa demasiado detallada puede sonar falsa, aunque no lo sea. Y si faltas al trabajo por una razón que no puedes compartir con tu jefe –por ejemplo, si te estás entrevistando para otro trabajo–, puedes mantener el secreto sin mentir. Una simple excusa –por ejemplo, decir que tienes una cita, sin más– será honesta y seguramente no plantea preguntas o sospechas.
  • Usa excusas con moderación: hay cosas que pasan y que están fuera de nuestro control: nos enfermamos, nos pincha una rueda, tu hijo/a no tiene colegio, etc. Sin embargo, intenta excusarte del trabajo solamente cuando sea absolutamente necesario, si no tu jefe y compañeros de trabajo pueden verte como alguien no fiable.
  • Sé considerado cuando faltes al trabajo: si sabes cuándo vas a faltar al trabajo -por ejemplo, cuando tienes una cita médica-, trata de planear tu tiempo y productividad para que tu ausencia sea lo menos perceptible posible. Puedes intentar fijar la cita al principio o hacia el final del día y, siempre que sea posible, trata de llegar temprano o quedarte más tarde para compensar el tiempo perdido.

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