El ministro de Finanzas portugués, Mário Centeno, será el tercer presidente del Eurogrupo, tras el luxemburgués Jean-Claude Juncker, actual presidente de la Comisión Europea, y el holandés Jeroen Dijsselbloem, e intentará desde este puesto construir los consensos necesarios para seguir avanzando en la arquitectura del euro y dar «un nuevo guión» al futuro moneda única.
«Ser presidente del Eurogrupo significa sólo que ahora hay otra persona que tiene que generar los consensos necesarios para que Europa pueda seguir en esta senda de crecimiento y de reducción del desempleo y siempre hay alternativas. Hay que buscarlas, hay muchas ideas por ahí y vamos a tratar de cogerlas todas y poner un nuevo guión que pueda servir para el futuro de Europa», ha expresado en español tras ser elegido para el cargo.
Centeno sustituirá el próximo 13 de enero de 2018 a Dijssebloem y estrenará su cargo en la reunión del Eurogrupo prevista para el 22 de enero tras haberse impuesto en el proceso de elección al resto de candidatos para el puesto, el ministro de Luxemburgo Pierre Gramegna, su homóloga letona Dana Reizniece-Ozola y el ministro eslovaco Peter Kazimír.
Nació en 1966 en Olhão, una localidad situada en el sur de Portugal y es doctor de Economía por la Universidad de Harvard, con una tesis titulada ‘Ensayos sobre Economía del Trabajo’. También tienen un máster en Matemática Aplicada por el Instituto Superior de Economía y Gestión (ISEG) de la Universidad Técnica de Lisboa.
Entre 2000 y 2004 fue economista del Banco de Portugal, institución en la que pasó a ocupar el cargo de director adjunto del Departamento de Estudios económicos, hasta 2013. También fue presidente del Grupo de Trabajo para el Desarrollo de Estadísticas Macroeconómicas del Consejo Superior de Estadística entre 2007 y 2013 y miembro del Comité de Política Económica de la Comisión Europea desde 2004 hasta 2013.
Centeno fue el encargado de elaborar el programa económico del Partido Socialista de Portugal para las elecciones de 2015. El socialista Antonio Costa fue nombrado primer ministro del país tras esos comicios, apoyado por los comunistas y el Bloque de Izquierdas, y Centeno asumió entonces la cartera de Finanzas en noviembre de ese año.
Precisamente, preguntado por las reticencias sobre el proyecto europeo de los dos partidos que apoyan al gobierno portugués, Centeno ha afirmado que las políticas «domésticas» se abordan en cada país y ha garantizado que el Ejecutivo del que forma parte está comprometido en la construcción de la UE y la eurozona.
Especialista en el mercado de trabajo y con perfil «liberal» según los medios portugueses, ha señalado en varias ocasiones que la segmentación del mercado de trabajo es uno de los mayores problemas de la economía de Portugal. En este sentido, ha criticado durante la dualidad entre los empleados jóvenes, generalmente peor protegidos y con contratos a tiempo parcial, y los trabajadores más veteranos y defiende la introducción de un contrato único para paliar este problema.
EL «RONALDO» DE LA ECONOMÍA PORTUGUESA
Centeno llega a la presidencia del Eurogrupo avalado por los datos positivos de la economía de Portugal seis años después de haber firmado un rescate de 78.000 millones de euros en mayo de 2011. El buen desempeño económico de Portugal le valió para que el entonces ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, le calificara como el «Ronaldo» del Ecofin (nombre que toma la reunión de ministros de Economía de la UE).
Lo cierto es que Portugal ha conseguido salir del procedimiento por déficit excesivo de Bruselas con él al frente del Ministerio de Finanzas, al haber reducido el desvío de las cuentas públicas hasta el 2% en 2016. Se espera que el déficit público se sitúe en el 1,4% al cierre de este año.
Además, la economía portuguesa se expandirá un 2,6% en 2017, según las últimas previsiones del Ejecutivo comunitario, mientras que el paro se situará en el 9,2% cuando finalice este año. Por el lado negativo, aunque la deuda sigue reduciéndose, todavía se sitúa en torno al 130% del PIB.
Más allá de su gestión interna, Centeno tendrá que asumir ahora la responsabilidad de liderar el Eurogrupo en un momento de cambio de la eurozona. Tras los años de crisis gestionados en parte por Dijsselbloem, con el rescate de Chipre y el tercer rescate de Grecia dentro de su mandato, el portugués tendrá que asumir la tarea de encontrar acuerdos entre las capitales del euro para fortalecer las estructuras de la moneda única.
En cualquier caso, el nombramiento de Centeno como presidente del Eurogrupo pone de manifiesto el éxito de la diplomacia portuguesa al sumar otro cargo internacional de relevancia a los que ya ostenta con el secretario general de la ONU, António Guterres, y el vicepresidente del BCE, Vítor Constancio.