A lo largo de nuestra vida es normal que todos vayamos adquiriendo una serie de hábitos que no pueden calificarse como los mejores, bien porque los hemos adoptado de nuestra influencia familiar y entorno, o bien porque los traemos de serie propia. Pueden ser malas costumbres que nos afecten a nuestra vida personal y estado de salud, o también acciones que realizamos en nuestro horario laboral que nos restan tiempo de productividad.
TRUCOS PARA LA PRODUCTIVIDAD
En cualquier caso, lo importante es ser consciente de que tipo de rutinas nos perjudican, para poder poner los medios necesarios por nuestra parte para corregirlas.
En el presente artículo, nos centraremos en aquellas más comunes que afectan a nuestra productividad laboral.
DESENGÁNCHATE DE LA TECNOLOGÍA EN TU TIEMPO LIBRE
Después de una larga jornada laboral, es muy común que sigamos eternamente conectados a nuestros dispositivos móviles y todo tipo de aparatos digitales, hasta el punto de restar horas de sueño y comenzar el día agotados.
¿Cuántas veces nos llevamos a la cama, tablets, Pcs, teléfonos móviles…etc? Pues bien, ya hay varios estudios que certifican que la conexión permanente con ondas magnéticas tipo wifi, horas antes o durante nuestro periodo de descanso, afectan negativamente a los cliclos naturales de sueño.
Por tanto, al menos una hora antes de dormir, lo ideal es mantenernos alejados de cualquier tipo de dispositivo electrónico. Una buena opción que además induce al sueño es la lectura.
¿ERES DE LOS QUE CALIENTAN LA SILLA EN EL TRABAJO? DÉJALO
La tendencia de “calentar la silla” en horario laboral, ha sido muy utilizada por las plantillas de prácticamente todas las empresas durante la última década, sin embargo con la llegada de las nuevas tecnologías y generaciones (millenials) en edad de trabajar, esto está cambiando y poco a poco tiende a la desaparición. Calentar la silla significa ni mas ni menos, invertir horas improductivas en el puesto de trabajo, simplemente para que la empresa vea que estás presente.
Las últimas tendencias se orientan hacia todo lo contrario, ya hay muchas organizaciones que tienen en cuenta el salario emocional como el teletrabajo, la conciliación, y la reducción de horas de presencia física a cambio de una mayor productividad y resultados.
CUANDO TRABAJES, TRABAJA
Seguramente todos nos podemos sentir identificados con ciertas situaciones, como por ejemplo, encontrarnos inmersos en la ejecución de una tarea laboral, y que tan solo el sonido de una mosca nos distraiga de nuestra actividad. Algunos ejemplos serían, consultar correos en cuanto nos llegan, responder mensajes personales, realizar consultas por internet sobre temas que no tienen nada que ver con lo que estamos haciendo…etc.
Por supuesto que todo es importante, pero hay espacio para cada parcela de nuestra vida, la clave está en saber organizarse y respetar los tiempos asignados a cada cosa, tanto el tiempo de descanso como el de trabajar.
EVITA REUNIONES INNECESARIAS
De todos es sabido, que en lo que respecta a las reuniones laborales, se sabe la hora en la que comienzan pero nunca en la que terminan, y lo más probable es que se demoren en el tiempo por desviar la atención hacia otros temas. Por supuesto que es fundamental reunirte con tu equipo de trabajo, cambiar impresiones y que exista una comunicación efectiva, ¿pero cuántas veces hemos tenido la sensación de haber perdido el tiempo en reuniones en las que no se saca nada en claro?
Planifica los puntos a tratar en todas tus reuniones y respeta los tiempos. Otro consejo es utilizar las nuevas tecnologías para comunicarte con tu equipo sin necesidad de estar presente, videoconferencias, grupos privados de correo…etc.
¿TE CONSIDERAS UN TRABAJADOR MULTITAREA? DE UNA EN UNA
Con la llegada de las nuevas tecnologías y tal como se orientan los mercados hoy en día, los profesionales cada vez deben tener formación y entender de casi todo. Por ello, es habitual en una empresa ver a la misma persona realizando distintas tareas en diferentes áreas o departamentos. Esto es algo positivo, siempre y cuando no se pretenda hacerlo todo a la vez, como ocurre en algunas ocasiones. Si lo hacemos, nuestra productividad, resultados y atención decaerán. La solución consiste en establecer una escala de prioridades e ir realizándolas una a una.