Madrid y Barcelona estarán entre las ciudades del mundo donde más crecerán la rentas de las oficinas en los próximos tres años (2017-2019), según el director de estudios de CBRE en la región EMEA, Richard Holberton.
En el VIII Seminario de Tendencias de mercados de capitales de Esade y CBRE, ha augurado un cambio del ciclo económico mundial hacia el crecimiento pese a las incertidumbres políticas, y con volúmenes de inversión en ligera moderación.
El director de mercados de capitales de CBRE en Barcelona, Xavier Güell, ha repasado que España registró en 2016 su récord histórico de inversión inmobiliaria con 14.022 millones de euros, aunque creció a un ritmo de un dígito, frente a dos y tres dígitos de años anteriores, por lo que «ha llegado a un punto de equilibrio».
Para 2017-2019 ha augurado que habrá un salto exponencial de nuevo producto en España en todos los sectores (oficinas, comercial, logístico y residencial), pero «no vale cualquier producto ni en cualquier zona», aunque hay una importante demanda contenida, por lo que la perspectiva es de aumento de rentas en todos los sectores.
En el caso de Barcelona, se prevén 312.000 metros cuadrados nuevos de oficinas (285.000 de nueva construcción y el resto reformas) hasta 2019, de los que 202.000 son a riesgo –sin un inquilino previamente pactado–, y el 82% se concentran en el 22@ y la Zona Franca.
En logística, están previstos 636.000 metros cuadrados nuevos en la primera y segunda corona metropolitana (293.000 a riesgo) hasta 2019, y el sector residencial también seguirá recuperándose, aunque «todavía está lejos de la velocidad de crucero».
El presidente del Club Inmobiliario de Esade, Eduard Mendiluce, ha visto imprescindible que las grandes ciudades cuenten con un plan estratégico urbanístico para dar seguridad a la inversión inmobiliaria, y ha alertado de que un exceso de regulación puede frenar la inversión inmobiliaria.
El también consejero delegado de Anticipa ha añadido que «no es sano» que un exceso de regulación financiera con Basilea IV respecto a exigencias de capital frene la financiación a la inversión inmobiliaria, aunque hay otras vías de financiación alternativas a la banca.