Hoy en día todo va muy rápido. Todas las áreas de nuestra vida se ven implicadas y deben funcionar de la forma más rápida posible; terminar de hacer más cantidad de trabajo en menos tiempo, ir corriendo a todos los sitios, mirar varias webs de un golpe, ser multitarea, hacer la compra online en el menor tiempo posible, etc.
Y en el mundo empresarial pasa lo mismo. Pero hay que tener muy en cuenta que un crecimiento rápido no siempre es sinónimo de éxito empresarial. En ocasiones, suele implicar todo un conjunto de problemas que, si no se gestionan de forma adecuada, pueden terminar repercutiendo de forma negativa en la empresa.
A continuación, te explicamos cuáles son estos peligros y sus posibles soluciones.
Cuáles son los peligros
A groso modo, puede hablarse de 4 peligros que suelen ir de la mano de un crecimiento rápido de una empresa. Son estos:
- Pérdida de contacto con los clientes. Una estructura de negocio pequeña implica, generalmente, un mayor cuidado con los clientes. Cuando estos son pocos la prioridad es tenerlos contentos a todos y mantener unas vías de comunicación constantemente abiertas. Un crecimiento rápido con un equipo reducido o uno que aun no controla la situación, puede llevar consigo que se pierda ese trato preferencial con los clientes originales. Ganar nuevos clientes para perder a los antiguos no es algo que se pueda permitir una empresa.
- Contrataciones desacertadas. En los primeros momentos de una empresa, cuando se está gestando, cada nueva contratación es un fichaje estrella del que se espera que aporte su granito de arena en la aventura. Pero si, de golpe, el crecimiento se acelera, es probable que no haya tanto tiempo para estudiar cada caso, cada currículum, cada adquisición de personal. Y eso puede traducirse en que, probablemente, no se contrate a la gente más adecuada para acompañar su crecimiento.
- Identificar un mayor número de ventas con un mayor beneficio. Lo normal es pensar que un crecimiento de ventas tienen que implicar necesariamente un aumento en los beneficios de la empresa. Esta casi siempre es así, pero imaginemos por un momento que, por ejemplo, para poder vender unos pocos productos más, nuestro proveedor nos obligue a adquirir un paquete más grande que termine olvidado en una esquina del almacén.
- Cuentas complejas. Un mayor entramado empresarial implica que las cuentas y cuestiones económicas sean más complicadas de llevar. Al principio, cuando se mantiene una escala manejable, resulta sencillo tener una panorámica económica de un negocio. Pero, en cuanto este empieza a escalarse en un modelo más grande, es fácil perder de vista esta panorámica y, por lo tanto, no advertir problemas incipientes.
Cuáles son las posibles soluciones
Para los peligros del crecimiento acelerado de una empresa hay posibles soluciones. Son las siguientes:
- Planificación del crecimiento. El crecimiento es algo que no hay que dejar que ocurra de forma libre, porque esa libertad siempre implicará caos. Toda pequeña empresa debería abordar el crecimiento con un plan trazado de forma clara y sostenible.
- Establecimiento de alianzas. Crear y utilizar alianzas externas para tener acceso a inputs y consejos para llevar a cabo un crecimiento mucho más adecuado.
- Eliminación de los intermediarios. En un crecimiento acelerado, los intermediarios suelen ser una fuente de problemas. Así que lo mejor es potenciar las alianzas y reducir los intermediarios.