Los hogares españoles podrán ahorrar hasta 340 millones de euros en la factura anual de calefacción cuando se trasponga la directiva europea de eficiencia energética que obligará, entre otras cosas, a instalar repartidores de costes de calefacción, esto es, contadores individuales en cada radiador, en las viviendas con calefacción central, de forma que cada usuario pague por lo que consume, según datos de la Asociación Nacional de Instaladores de Repartidores de Costes de Calefacción (Anirca).
En concreto, esta medida afectará a, al menos, 1,7 millones de viviendas en España y supondrá un ahorro de 200 euros al año para el consumidor español, lo que equivale a un 30% de la factura energética del hogar. Al mismo tiempo se evitará el despilfarro energético y la emisión a la atmósfera de dos millones de toneladas de CO2 al año.
El 47% de la energía consumida en el hogar corresponde a la calefacción, según datos del Instituto para la Diversificación y ahorro de la Energía (IDAE).
A principios del pasado mes de junio, la Comisión Europea envió un ultimátum a España para que trasponga correctamente esta normativa. Este plazo expira en pocos días sin que se haya aprobado aún el Real Decreto cuyo borrador se sometió a consulta pública el pasado mes de abril y en el que se anunciaba como fecha límite 2021 para que todos los hogares con calefacción central tengan instalados estos dispositivos.
La mayor parte de los países de la Unión Europea (UE) ya han traspuesto la Directiva EED 2012/27/EU, por lo que la asociación confía en que el nuevo Ejecutivo, en su compromiso de reducir las emisiones de CO2 y promover la eficiencia energética, «incorpore la normativa comunitaria cuanto antes al ordenamiento jurídico español para que puedan empezar a ponerse en marcha las medidas necesarias para reducir el consumo de energía en el sector residencial, responsable de en torno al 18% del consumo total de energía en España», señala el presidente de Anirca, Luis Cid-Fuentes.