Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) pueden jugar un «papel fundamental» a la hora de ayudar a alcanzar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas para 2030, según concluye un informa elaborado por Accenture, que refleja, por ejemplo, que los coches conectados pueden llegar a salvar hasta 720.000 vidas al año.
Según un estudio de Accenture para la asociación de empresas del sector TIC Global e-Sustainability Initiative (GeSI), es necesario desarrollar «, lograr un crecimiento equitativo y proteger el medio ambiente»
La investigación concluye que todos los países tienen brechas de crecimiento en más de la mitad de los 17 objetivos, que buscan erradicar la pobreza extrema, combatir la desigualdad y la injusticia y solucionar el cambio climático para 2030, y demuestra cómo el impacto de las tecnologías digitales puede repercutir en un futuro más sostenible.
«Si bien los mayores avances se necesitan en los países y regiones menos desarrolladas, el estudio demuestra que estas acciones son también necesarias en las regiones desarrolladas para separar el crecimiento económico de la degradación del medio ambiente», remarca.
En concreto, apunta que la expansión de soluciones digitales contribuirá «sustancialmente» a la consecuencia de estos objetivos, ya que, por ejemplo, pueden reducir la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero y conducir la transformación de los mercados hacia las energías renovables, reduciendo las emisiones de carbono en, aproximadamente, un 20% para 2030.
Asimismo, la tecnología puede mejorar la vida de las personas, como refleja el hecho de que 1.600 millones de personas se podrían beneficiar de servicios médicos de mayor calidad, más accesibles y económicos gracias a la atención sanitaria online o el cálculo de que los coches conectados podrán salvar hasta 720.000 vidas al año y prevenir alrededor de 30.000 lesiones por accidentes de tráfico.
En esta línea, también puede impulsar el crecimiento equitativo, dado que soluciones digitales como Internet de las Cosas (IoT) y la robótica pueden generar hasta un billón de dólares (896.000 millones de euros) en beneficios económicos para las industrias de fabricación y logística inteligente.
En este contexto, informe calcula que para 2030 el sector de las TIC podría ingresar 2,1 billones de dólares (1,9 millones de euros) adicionales gracias a servicios que contribuyen directamente al cumplimiento de estos objetivos. Esto incluye 400.000 millones de dólares (358.000 millones) al año por conectar a 2.500 millones de personas a los servicios de comunicación.
Además, se podrían generar 1,7 billones de dólares (1.5 millones de euros) a partir de soluciones digitales que contribuyen a la consecución de los ODS, incluyendo el comercio electrónico, teletrabajo, edificios inteligentes, la administración electrónica, y el aprendizaje online.
LAS TIC COMO CATALIZADOR
«A través de la implementación de estrategias digitales, el sector de las TIC puede actuar como catalizador para ayudar a los países a resolver retos de tipo social, económico y medioambiental», ha señalado el director gerente de Accenture Strategy, Peter Lacy.
Así, ha remarcado que la velocidad y el alcance de las soluciones digitales puede permitir a esas naciones llegar a las personas «independientemente de su ubicación o nivel de ingresos, además de que están diseñadas para que su uso sea complementario, por lo que su penetración es rápida».
«Las soluciones digitales también contribuyen a nuevos modelos de negocio, abren y crean nuevos mercados y ayudan a resolver algunos de los mayores problemas globales en innovación», ha incidido.
Por otro lado, el informe identifica tres obstáculos para poner en marcha todo el potencial de estas soluciones digitales y de los que es necesario concienciar a políticos, organizaciones multilaterales, ONGs y al sector privado para que den los pasos para superarlos y sacar así provecho del poder de la digitalización.
Estos obstáculos son las limitaciones políticas y de regulación en la protección de la propiedad intelectual y seguridad de datos, las imitaciones en la oferta, que deriva en fondos insuficientes para proyectos de infraestructuras o para evaluar soluciones digitales innovadoras, y las barreras en la demanda por falta de conocimientos digitales y brechas género.