La garantía es un derecho que la ley reconoce a los consumidores y que afecta a los bienes destinados al consumo privado. La garantía otorga una protección durante un tiempo determinado en caso de disconformidad o defectos existentes en el momento de la compraventa, además de cubrir la instalación en caso de estar incluida en el precio del producto.
Quién es el responsable de la garantía y cuánto dura
El responsable de la garantía es el establecimiento donde compramos el producto. Después, si surge algún problema, será el establecimiento quien se entienda con el fabricante o proveedor.
En cuanto a la duración de garantía, dependerá de si el producto es nuevo o de segunda mano.
- En caso de que el producto sea nuevo, la garantía dura dos años, a contar desde la compra o la entrega del producto, si la fecha de esta última es distinta a la fecha de compra. La diferenciación entre fecha de compra y fecha de entrega es importante, sobre todo cuando la fecha de entrega se encuentra muy lejana en el tiempo respecto a la fecha de compra. Por lo tanto, es importante guardar las facturas y también los albaranes o justificantes de entrega.
- En caso de productos de segunda mano, la ley posibilita acordar con el vendedor un plazo de garantía más corto, pero dicho plazo nunca podrá ser inferior a un año, a contar desde la fecha de la entrega del producto.
La garantía comercial
La garantía comercial consiste en una ampliación de los plazos de garantía legal, a voluntad del vendedor. Esta, en ningún caso, sustituye a la garantía legalmente establecida, y cualquier cláusula de un contrato que así lo pretenda carece de valor.
Cómo se hace efectiva la garantía
Partimos de la premisa que la garantía parte siempre de la fecha de compra o entrega de un producto.
Dentro de los 6 primeros meses desde la compra o entrega del producto
La Ley está a favor del consumidor, al establecer que los defectos que aparezcan durante ese periodo e tiempo se entiende que ya existían en el momento de compra o entrega del producto. En este caso tiene que ser el vendedor quien pruebe que los defectos no existían o que se deben a un mal uso. Por lo tanto, basta con que el consumidor demuestre que el producto está defectuoso para que la garantía entre en funcionamiento, teniendo derecho el consumidor a elegir entre la reparación del producto o la sustitución por uno nuevo. Estas opciones serán posibles siempre y cuando: resulte desproporcionada, es decir, que genere al vendedor unos gastos irracionales comparados con la otra opción; o bien, sea imposible de cumplir.
- La reparación de los productos en garantía tiene que ser completamente gratuita y debe hacerse en un plazo razonable y sin inconvenientes para el consumidor y tiene una garantía de 6 meses.
- La sustitución no implica el inicio de un nuevo plazo de garantía, sino que se le aplica al nuevo producto el plazo pendiente de la garantía del producto original.
En todo caso, si la reparación o la sustitución no hacen efectiva la garantía, el consumidor puede optar por devolver el producto y que se le retorne el dinero o, si el defecto es menor, quedárselo con una rebaja del precio que pagó inicialmente.
Pasados los 6 meses desde la compra o entrega del producto
En este caso, el vendedor está en el derecho de exigir al comprador la prueba de que el defecto del producto es de origen y que no se debe a un mal uso o desgaste por el paso del tiempo.
Si no se llega a un acuerdo entre ambas partes, suele ser necesario peritar el producto. En caso de este peritaje demuestre que el defecto es de origen, se aplicaría la garantía de reparación o sustitución del producto.