Los datos de paro y de afiliación a la Seguridad Social del mes de julio reflejan ligeros incrementos, consecuencia de la lenta reactivación de la actividad económica, aunque todavía en niveles muy alejados de los previos a la crisis y de los que corresponderían a un mes de julio habitual.
Para Impulsar la progresiva recuperación del empleo y la reactivación de la economía, tras los efectos provocados por la pandemia, es fundamental prolongar, el tiempo que sea necesario, las medidas de flexibilidad ya existentes que han demostrado su eficacia, como los ERTE. A finales de julio, el número de trabajadores que permanecían en ERTE es de 1’18 millones, 712.000 menos que a finales de junio, lo que representa una salida media diaria de casi 23.000 trabajadores.
En términos relativos, el número de trabajadores incluidos en ERTE se ha reducido un 39% respecto del mes anterior y un 67% respecto del máximo, registrado en el mes de abril. De esta forma, a finales de julio, dos de cada tres personas incluidas en ERTE desde el inicio de la pandemia habrían salido de esta situación. Los ERTE están facilitando el proceso de recuperación progresiva, permitiendo que el mercado laboral se pueda ir ajustando a las necesidades de cada sector, cuyos ritmos de recuperación están siendo muy diferenciados y heterogéneos.
Asimismo, es preciso favorecer un entorno económico y estable propicio para la atracción de inversión, que dé impulso a la actividad empresarial y estímulo de la demanda, y que favorezcan la recuperación del crecimiento y la creación de empleo. Unas medidas que deberán contar con el consenso necesario a través del diálogo social, que se presenta como la mejor herramienta para afrontar una crisis de tal envergadura y profundidad.
A finales de julio, apreciamos 932.609 personas protegidas por un ERTE de fuerza mayor, lo que supone 624.000 personas menos que un mes antes. Desde el inicio de esta crisis, hasta 3’4 millones de trabajadores y medio millón de empresas han estado acogidos a ERTE.
El paro registrado se redujo en julio en 89.849 personas, continuando con la tendencia a la baja iniciada en el mes de mayo, tras el enorme incremento registrado en los meses de marzo y abril como consecuencia de la crisis sanitaria y el consecuente estado de alarma.
El total de desempleados se sitúa en 3.773.034 personas.
Por sectores, el paro registrado se reduce en el sector servicios, con 84.563 (-3,09%) personas inscritas menos; en industria, con 9.444 (-2,96%) parados menos; en la construcción con 6.556 (-2,15%) personas paradas menos; y en el colectivo sin empleo anterior con 394 (-0,13%) parados menos. Aumenta, sin embargo, en la agricultura, con 11.108 (+ 5,86%) desempleados más, por la finalización de algunas campañas relevantes en el sector.
Por Comunidades Autónomas el paro se incrementa en Madrid, Murcia, La Rioja y en la Ciudad Autónoma de Ceuta, descendiendo en el resto.
Por lo que se refiere a la contratación, durante el mes de julio se han firmado 1.536.122 contratos, duplicando el número de los contratos firmados en abril. De los contratos firmados, el 9,2% son de carácter indefinido. El resto hasta completar el total de 1.536.122 del mes de julio, son 8.985 de carácter formativo y 1.386.032 otro tipo de contratos temporales. En los primeros siete meses de 2020 se han firmado en España 8,84 millones de contratos, lo que supone 4,33 millones menos de los firmados en el mismo período de 2019, una caída de un 32,90%.
En cuanto a la afiliación a la Seguridad Social, el 31 de julio el sistema contaba con 18.673.847 afiliados, lo que supone un aumento de 189.577 desde el inicio a final de mes.
En el mes de julio, el número medio de afiliados registró un aumento de 161.217 ocupados con respecto a la media de junio (0,87%) y muy por encima del incremento de 15.514 personas registrado en este mismo mes en 2019. De hecho, el incremento de la afiliación en este mes de julio es el más elevado de la serie histórica para este período desde 2005 y viene a compensar en parte el dato menos positivo del mes de junio. La afiliación continúa la recuperación que se inició en mayo tras los peores meses de la pandemia por la COVID-19. En marzo se registraba un retroceso de 243.469 personas afiliadas de media y en abril, de 548.093.
En términos desestacionalizados, en julio se han registrado 165.012 afiliados más, casi un punto porcentual (0,9%) más que el mes anterior. En términos interanuales, los afiliados a la Seguridad Social continúan disminuyendo, en -747.657 personas, aunque se reduce ligeramente el ritmo de caída con respecto a meses anteriores (-3,83% en julio, frente a -4,6% en mayo y junio).
