La tarea emprendedora, a veces antesala de la empresarial es, como pocos retos profesionales, dura y difícil, pero a la vez, apasionante. Hago una diferenciación entre los términos de emprendedor y empresario porque tienden a confundirse, en lugar de subrayar sus factores de complementariedad. El empresario es un emprendedor con la capacidad de consolidar un proyecto, y lo que es más importante, con la actitud, la capacidad y las ganas de hacerlo, por si sólo y, sobre todo, liderando un equipo.
Mi trayectoria empresarial se ha movido en el entorno de las PYMES, donde colaboramos habitualmente con clientes y socios que son compañías de gran tamaño, algunas cotizando en las diferentes bolsas nacionales e internacionales. La interdependencia entre PYMES y grandes sociedades es permanente y de doble sentido. Que no se olvide nunca que casi todas las multinacionales son PYMES fuera de sus mercados domésticos!!
La mayoría de las empresas en las que participo han comenzado su actividad en la Península Ibérica. A mí me gusta, como creo que cada vez a mas gente, hablar de Iberia. No entiendo el significado actual de muchas de las fronteras, y este es el espacio geográfico que siento como mi casa: Madrid, Barcelona, Lisboa, Valencia, Sevilla, Porto,…, son para mi piezas del mismo puzzle y muy especialmente a la altura de nuestro tiempo, como diría Ortega, en este inicio tan desafiante y complejo, pero lleno de oportunidades del siglo XXI.
Es en estos tiempos, pues, aunque especialmente convulsos y de grandes incertidumbres, donde quiero expresar mi visión optimista con respecto al futuro de las PYMES Ibéricas. Porque el mundo presente, y no digamos el del futuro ya inmediato, se basará fundamentalmente en la flexibilidad vinculada a la capacidad de adaptarse a unos entornos cada vez mas cambiantes y difíciles; la creatividad; la globalización; la i+d+i ; la formación; la facilidad para comunicar, a ser posible en la misma lengua de los consumidores y, por supuesto, la ética, la solidaridad, la sostenibilidad-no sólo ecológica- y la conciencia y el carácter medioambiental.
El tamaño pequeño-mediano es sinónimo de mayor flexibilidad, especialmente en la toma de decisiones. Somos creativos, y de ello tenemos clarísimos ejemplos en el ámbito empresarial. En nuestro ADN se expresa con claridad esta ventaja competitiva. Tenemos un mercado interior muy poco homogéneo que hace que nos adaptemos bien a escenarios de mercados diferentes. En la misma medida la globalización no nos asusta, ni la revolución digital, que desarrollara una agenda en la que apreciamos más oportunidades que riesgos, a pesar de la doble fragilidad del ciberespacio, tanto en temas de seguridad, como de protección a la privacidad.
Finalmente la relación con los Gobiernos. UE e Instituciones Internacionales debe ser mas franca y fluida y visible en resultados concretos. Si el 90% de nuestro tejido empresarial son PYMES, si de nosotros depende la mayor parte del PIB nacional y comunitario, ¿Por qué resultamos olvidados de tantas negociaciones, acuerdos y convocatorias?. Muy útiles para la redacción de programas políticos y tantas veces ignorados en el capítulo de la acción y el cambio empresarial, especialmente en un ámbito central con enorme potencial innovador, las ciudades, motor de la transformación socio-empresarial y de la nueva economía .
Por ello apostamos sin reservas en el presente y futuro próximo y estamos abiertos y encantados de aportar nuestras ideas , experiencia y nuestro deseo de facilitar una sociedad mas próspera y, con mayor espíritu emprendedor, capaz de afrontar con determinación , imaginación, ilusión y esfuerzo , los numerosos retos que nos ofrece el futuro.