En el primer semestre de 2016, España ha registrado 2.581 nuevos procesos concursales, lo que supone un descenso del 17% frente al mismo semestre del año anterior, según indica Crédito y Caución a partir de los datos publicados en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
No obstante, el dato continúa marcando niveles superiores a los registrados antes de la crisis. De acuerdo con las previsiones emitidas por la filial del grupo Atradius, cabe esperar que en el conjunto de 2016 los niveles de concursalidad caigan hasta quedar estabilizados en el entorno de los 5.000 casos anuales, cuando su nivel histórico apenas supera ligeramente el millar de empresas.
En los primeros años de la crisis, las quiebras empresariales reflejaron importantes incrementos interanuales del 100% y el 50% en 2008 y 2009, respectivamente. Las quiebras volvieron a aumentar entre 2011 y 2013, debido principalmente a la falta de demanda doméstica y liquidez financiera.
La concursalidad en España alcanzó su máximo histórico en 2013, cuando el número de procesos concursales se situó muy cerca de los 10.000 casos. Los datos de 2014, cerca de los 7.000 casos, y 2015, por encima de los 5.500, consolidaron una mejoría impulsada por la recuperación económica de la economía española.
Crédito y Caución destaca que a pesar de esa mejoría reciente en España, el entorno de insolvencia continúa siendo frágil y complicado, marcado por el exceso de capacidad, la inactividad de la economía y las incertidumbres del entorno global.
El crecimiento económico mundial está mostrando una debilidad mayor de la esperada y los mercados emergentes más importantes, como Brasil, Rusia y China, están empezando a sufrir un aumento de las insolvencias.