Que las nuevas tecnologías digitales van a cambiar el sector financiero, tal y como lo conocemos ahora, parece una realidad. Pero, ¿cómo de profunda será esa transformación?
Las entidades financieras tradicionales creen que el fenómeno FinTech podría poner en riesgo casi el 25% de su negocio actual –concretamente, el 23%- en los próximos cinco años. Así se desprende del informe Blurred lines: Cómo FinTech está redefiniendo el sector financiero, elaborado por PwC a partir de 544 encuestas con directivos del sector -consejeros delegados, responsables de innovación y responsables de sistemas (CIOs)-, en todo el mundo. Cuando se les pregunta a las FinTech, estás consideran que el bocado que le pueden llegar a dar al mercado de servicios financieros es todavía mayor y podría suponer hasta el 33% del negocio actual.
El 83% de los encuestados pertenecientes al sector financiero tradicional -bancos, compañías de seguros, agencias de valores, gestoras de activos, brokers…- reconoce que la llegada de nuevos competidores –empresas tecnológicas, de comercio electrónico, compañías de telecomunicaciones, start-ups, proveedores de infraestructuras…- está teniendo un efecto disruptivo en el sector hasta el punto de estar poniendo en riesgo parte de su negocio. Una proporción que aumenta hasta el 95% cuando se les pregunta solo a los directivos de la banca. Además de la pérdida de cuota de mercado, las FinTench están presionando a la baja los márgenes y la rentabilidad de la entidades financieras, como reconoce el 67% de los encuestados.
¿Cuáles son las principales amenazas relacionada con el auge de las FinTech?
Pero, ¿qué partes del mercado están más amenazadas? Los encuestados en el informe aseguran que la banca retail –o de consumo-, el negocio de los medios de pago y los servicios relacionados con la gestión de activos y de patrimonios son, por este orden, los que se van a transformar de una forma más radical en los próximos cinco años. La aparición de nuevas plataformas on line que permiten la concesión de préstamos directos entre empresas y consumidores sin necesidad de intermediación bancaria o la proliferación de nuevos sistemas de pago (a través de aplicaciones móviles, wallets, tarjetas contactless, Paypal…) son algunos ejemplos claros. En este sentido, el papel que van a jugar las aplicaciones móviles en los próximos se antoja muy relevante. El 61% de los encuestados asegura que en 2020 más del 60% de sus clientes accederá a servicios financieros a través de aplicaciones móviles, al menos una vez al mes.
El estudio analiza cómo están reaccionando la entidades financieras tradicionales ante la llega de las FinTech y concluye que, todavía, no lo están haciendo en la medida de los necesario. Sólo un 32% de las entidades financieras encuestadas en el estudio tiene en la actualidad algún tipo de acuerdo conjunto con empresas FinTech y un 25% reconoce no tener relación alguna. La incertidumbre regulatoria es uno de los principales obstáculos y preocupaciones a la hora de establecer algún tipo de relación con las FinTech. Una preocupación que no está vinculada con una iniciativa legislativa concreta sino con la falta de definición acerca de qué regulación les afecta, de qué manera y cuál es el organismo regulador.
El documento considera que el empuje de las FinTech es, al tiempo que una amenaza, una oportunidad para las entidades financieras tradicionales. Las propias entidades que han participado en el estudio reconocen que la colaboración con estos nuevos entrantes en el sector les ofrecen grandes oportunidades en materia de mejora de la eficiencia y reducción de costes -73%-, a la hora de diferenciarse de sus competidores -62%- de retener a sus clientes -57%- y de conseguir ingresos adicionales -56%-.
Una de las tecnologías emergentes que se analiza en informe es el auge de Blockchain y su impacto futuro en el sector. De momento, a pesar de que una mayoría -56%- de los directivos encuestados reconoce su importancia, una proporción similar -57%- asegura que no sabe cómo responder a los desafíos que plantea. Probablemente, porque todavía no existe un conocimiento suficiente sobre su capacidad y posibles aplicaciones: solo 15% de los encuestados asegura estar familiarizado con la tecnología Blockchain.