El Estudio también analiza que las instituciones riojanas se enfrentan al reto de promocionar la RSE entre las pymes

Las empresas riojanas perciben ventajas competitivas al aplicar prácticas de RSE

Actualizado 03 | 03 | 2016 11:24

La FER, en colaboración con el Gobierno regional, elabora un Estudio sobre la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) en La Rioja, que se ha basado en las respuestas a un cuestionario de 256 pymes representativas del tejido empresarial. 

Empresas e instituciones públicas analizan en una mesa de trabajo el diagnóstico, las dificultades de las empresas y las estrategias para impulsar prácticas responsables. 

Las empresas riojanas perciben claramente que aplicar prácticas de RSE tiene ventajas competitivas. Los beneficios más evidentes son el clima laboral (el 54,4% cree que los trabajadores están más satisfechos o el 43,9% más motivados)   aspectos como la credibilidad, el posicionamiento o la imagen global de la empresa (38%). El 21,2% se refiere a la sostenibilidad a largo plazo del negocio como un factor clave al que contribuye la RSE.

Una encuesta realizada por la FER a 256 pymes de todos los sectores de actividad revela un creciente interés de las empresas en las prácticas sociales. El estudio sobre la Responsabilidad Social Empresarial en La Rioja, en colaboración con las Consejerías de Desarrollo Económico e Innovación y la Consejería de Políticas Sociales, Familia, Igualdad y Justicia que se ha conocido hoy realiza un diagnóstico de las prácticas de RSE, analiza las dificultades de implementar políticas de RSE en las pymes e identifica estrategias para su impulso institucional.

El presidente de la FER, Jaime García-Calzada, ha presentado hoy las conclusiones de este estudio en una mesa de trabajo, en la que han intervenido la consejera de Desarrollo Económico e Innovación, Leonor González, el consejero de Políticas Sociales, Conrador Escobar, y un grupo de empresas que han participado en la encuesta.

Las empresas de La Rioja entienden la RSE en dos dimensiones: una de gestión del negocio (el 74% dice como una oportunidad interna para crear valor en el largo plazo) y otra de compromiso con la sociedad (el 64,6% opina que es un compromiso de las actividades económicas hacia las implicaciones sociales).

No obstante, la implicación en la RSE todavía es desigual. El 22% de las empresas encuestadas son las que tienen una práctica más estratégica y profesionalizada, poseen planes y estrategias concretas, tienen recursos establecidos para llevarlas a cabo y lo han comunicado interna y externamente. Mientras, el 27,5% tienen un nivel más táctico, ya que están comprometidas con la RSE, pero no tienen ajustados los planes y recursos. Finalmente, el 50,5%, algo más de la mitad de las encuestadas, tienen un compromiso básico, al cumplir con sus obligaciones normativas en materia de RSE, pero carecen de planes o estrategias ni de recursos destinados para ello.

Las compañías riojanas no están exentas de dificultades a la hora de implementar prácticas sociales. El 40% de las empresas consideran más accesibles prácticas relativas al medio ambiente, la gestión de recursos humanos y la gobernanza. Y las que presentan más dificultades en su opinión son la inversión responsable en I+D+I (solo el 22,9% la considera fácil de aplicar) y la relación con los proveedores (28,9%).

En cuanto a los grupos de interés, las empresas manifiestan una buena posición. La mayoría (79,8% dice que tiene identificados a sus grupos de interés y el 42,9% revela que los ha identificado, priorizado y ha establecido canales de comunicación con cada uno de ellos. El 56,1% además dispone de recursos para la gestión de la comunicación y de ese diálogo con sus grupos de interés.

El informe también pregunta sobre la involucración de la dirección de la empresa. Más de la mitad, el 55,7% declara que se involucra activamente con los grupos de interés e integra sus necesidades y expectativas en los sistemas de gestión de la empresa. El 65,4% manifiesta que ha asumido esa exigencia de responsabilidad por parte de los grupos de interés por lo que implica en términos de oportunidad y amenazas para la organización.

Otro camino en el que hay que seguir avanzando es el de las certificaciones. Únicamente el 21,1% dispone de algún certificado o acreditación en materia de RSE; sin embargo las dos terceras partes de las empresas cuenta con certificados de calidad, medioambiente o prevención de riesgos laborales.

En cuanto a las prácticas concretas, el 75% de las compañías realizan prácticas universales que tienen que ver con la planificación del trabajo, la formación, la comunicación y el empleo. Entre el 50 y el 75% de las empresas realizan prácticas extendidas, auqneu están condicionadas por el tamaño o sector. Estas son las relacionadas con el empleo, la comunicación interna, la conciliación de la vida familiar y profesional y la prevención laboral. Y  menos de la mitad desarrollan prácticas restringidas, tales como algunas medidas de gestión de beneficios laborales para los trabajadores (remuneraciones, promociones, conciliación,…).

Los planes de igualdad apenas se han desarrollado en La Rioja, ya que solo el 5,2% de las empresas dispone de un plan de igualdad. El 3,9% aseguran tenerlo en fase de desarrollo. Las prácticas más importantes que se promueven son la igualdad entre mujeres y hombres o las condiciones contractuales: (retribución salarial, el 71,4%, el tipo de contrato, el 49,9% o el tipo de jornada, el 47,7%).

El Estudio realizado por la FER concluye que la RSE mejora la competitividad de las empresas, además del entorno social. Los estudios de las tendencias están poniendo de relieve que la evolución del mercado con el consumo responsable y el consumidor sensibilizado augura un futuro más incierto para aquellas compañías que no tengan incorporadas políticas de RSE y las comuniquen.

Las pymes se han convertido en un reto para la responsabilidad social empresarial. El Informe Forética 2015 recomienda que es el momento de promocionar estos principios de gestión responsable a las pymes.

El Estudio también analiza que las instituciones riojanas se enfrentan al reto de promocionar la responsabilidad social entre las pymes.

Esa estrategia tiene tres campos de actuación: la sensibilización del personal directivo y gerencia, incidiendo en los beneficios del negocios;; la formación y promoción (formación en planes estratégicos y en comunicación de las prácticas; y ayudas orientadas a desarrollar la RSE en las empresas con más potencial orientadas a desarrollar su competitividad y los beneficios sociales de estas prácticas


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