«Vivimos una segunda guerra por el talento, la primera fue antes de la crisis y la segunda comenzó en 2013“. Antes, los planes de carrera eran suficientes para retener el talento pero hoy día el candidato busca otros alicientes.
Diferentes expertos en la materia han facilitado las claves para atraer al candidato 4.0, un perfil que no busca tanto escalar, sino retos y proyectos emocionantes que le satisfagan.
Apostar por la fórmula link emocional = Compromiso + resultados extraordinarios
Los empresarios suelen decir que lo que no se puede medir no existe, pero es un error. No solamente existe, sino que es lo más importante. Así, la ilusión y la conexión emocional con el profesional se traducen en un mayor grado de compromiso y en unos mejores resultados. En este aspecto, la comunicación es clave, el líder debe ser capaz de escuchar.
Las nuevas generaciones que se incorporan al mercado laboral exigen esta vinculación emocional. Necesitan sentirse parte del día a día de sus empresas.
Establecer políticas de conciliación
Los candidatos exigen nuevas políticas de recursos humanos donde la conciliación sea la protagonista: mayor tiempo libre para un equilibrio entre vida profesional y personal; y servicios relacionados con la salud física y mental.
La flexibilidad unida a la utilización de las herramientas y nuevas tecnologías que tenemos a nuestro alcance es clave para lograr los diferentes objetivos relacionados con la conciliación.
Proporcionar una carrera profesional
Los empleados se van de las empresas por falta de desarrollo en sus carreras, necesitan un aprendizaje continuo. En este objetivo entra en juego la “Teoría de los mil días”: cada mil días cada persona tiene que aportar algo nuevo en sus vidas que le enriquezca.
De esta manera, las empresas que están certificadas con niveles de calidad que cuidan al candidato registran un 25% menos de absentismo. Este hecho es un factor relevante a tener en cuenta ya que en los últimos años se han perdido 64.000 millones de euros en absentismo.
Reconocer el trabajo realizado
Los profesionales necesitan sentirse valorados. En este sentido, el líder tiene un papel fundamental para motivar a través de las diferentes tareas y planes estratégicos.
Contar con un buen líder es fundamental. Es el encargado de aportar energía positiva e ilusión y hace brillar los ojos de sus empleados y contribuye a que la mayoría vengan motivados desde casa, por lo que el trabajo no debe ser un lugar de desmotivación.
Decir adiós al presencialismo
Las compañías, cada vez más, deben apostar por la confianza en sus trabajadores y en valorar el cumplimiento de objetivos por encima del presencialismo.
De hecho, la valoración basada en KPIs es ya una realidad en muchas empresas y la flexibilidad horaria y espacial es la clave para lograr las metas propuestas sin importar el horario o lugar de desarrollo.
Digitalizar las compañías
Si no digitalizamos las empresas, nos arriesgamos a perder competitividad. Los profesionales deben evolucionar y adaptarse a las nuevas exigencias de un mercado cada vez más competitivo.
Es importante que esta digitalización se promueva desde los centros educativos para preparar a los profesionales del futuro muy vinculados a aspectos tecnológicos. En la actualidad, por ejemplo, hay dificultades para encontrar candidatos expertos en la programación de robots.
Ofrecer un salario adecuado
Por supuesto, todas estas medidas deben ir acompañadas de una retribución adaptada a la experiencia y estudios de los profesionales. Los aspectos no económicos cada vez tienen mayor peso pero es necesaria una base salarial adecuada.