Si nos atenemos al concepto básico de cuentas anuales podríamos decir que son aquellos documentos originales que presenta una empresa en el Registro Mercantil al final de cada ejercicio. Pero se trataría de una definición un tanto superficial, ya que poseen información que dista mucho de un mero documento corporativo de datos que refleja el resultado de una empresa a lo largo de un año fiscal.
Si analizamos con detalle unas cuentas anuales nos daremos cuenta de que suponen una completa fuente de información que recoge no solo los datos estrictamente financieros, sino todos los cambios que ha sufrido una compañía durante el año.
Comprobando tus cuentas anuales y comparándolas con el resto de tus competidores podrás hacerte una idea de qué lugar ocupas en el sector, qué opciones tienes para luchar por tu cuota de mercado y para descubrir nuevas oportunidades que puedan hacer crecer tu negocio.
¿Para qué sirve conocer las cuentas anuales?
Pero vamos un paso más allá. Ya no solo se trata de la información de tu compañía, sino de todas aquellas que creas que puedan ser tus competidores. Analizar las cuentas anuales de una empresa de tu competencia en tu sector supone una gran ayuda en el proceso de toma de decisiones.
Conocer qué hacen tus rivales, cuánto dinero invierten en su actividad o los resultados que han obtenido son solo algunos de los datos que podrás averiguar en ellas. Estas cuentas nos indican también el nivel de transparencia de una empresa, pues consisten en una radiografía financiera completa de la situación de un negocio tras un año de trabajo.
Descifrando las cuentas anuales
Entre los elementos que encontramos en unas cuentas anuales, hay que destacar el balance de situación, la cuenta de pérdidas y ganancias, el EFE (Estado de Flujos Efectivo), el Estado de Flujos de Patrimonio Neto, la memoria, el informe de gestión y el de auditoria. Antes de conocer en profundidad la información de la que nos provee cada apartado, debes saber que podrás completar los datos de las cuentas anuales con los informes comerciales disponibles en servicios electrónicos como Informa para conseguir una perspectiva mucho más amplia de la situación de tus competidores.
En cuanto al balance de situación, podremos descubrir de nuestros competidores aquella información sobre los elementos con los que la compañía desarrolla su actividad. Esto conlleva analizar una gran cantidad de datos, por lo que se recomienda hacerlo con herramientas de BI (Business Intelligence).
De la cuenta de pérdidas y ganancias obtendremos lo que un competidor ha generado durante ese año gracias sus operaciones de explotación, financieras y continuadas e interrumpidas.
Analizando el EFE encontraremos las necesidades de liquidez que puede tener una empresa y veremos reflejado dónde han tenido lugar los cambios de efectivo plasmados en el balance.
Si observamos el Estado de Flujos de Patrimonio Neto, observaremos que completa el balance con información a partir de la cuenta de resultados. Por su parte, la memoria complementa y aclara el resto de estados financieros.
Por último, el informe de gestión contiene interpretaciones que los administradores de la empresa creen pertinentes sobre el estado de la sociedad, el desarrollo de sus negocios y otras cuestiones de la forma en la que fueron depositadas oficialmente en el Registro Mercantil.
Pero al analizar a tu competencia con todos estos datos, querrás comprobar que son veraces, por eso las cuentas anuales cuentan también con un informe de auditoría, que indica la concordancia o no de los datos presentados.
Existen, además, herramientas online que permiten realizar análisis financieros y de marketing estratégico sobre estos balances en empresas españolas y portuguesas, como SABI.
Con todos estos elementos configuramos una imagen clara y concisa de la información más importante sobre cualquier empresa, de modo que nos facilitará la toma de decisión en un futuro, conocer a nuestros competidores y saber cuál es nuestra posición en el sector.
Fuente: EmpresaActual
