Cómo ser una empresa de alto rendimiento. El fundador de Strategos, Gary Hamel, lo tiene claro: “como seres humanos somos sorprendentemente adaptables y creativos, aunque la mayoría de nosotros trabajamos para empresas que no lo son”. Y es que el talento se tiene o no se tiene, pero las habilidades se entrenan.
Y corresponde a la empresa seleccionar aquellos colaboradores que dispongan de capacidades que permitan generar cambios en la compañía para la que trabajamos, pero también retener este talento evitando su fuga a otras empresas.
¿Qué tienen en común las personas con talento?
Para detectar el talento que queremos acoger en nuestra empresa es necesario plantearse las competencias de las personas que lo poseen. Debemos identificar un patrón común en sus actitudes, en sus comportamientos y en sus habilidades a la hora de trabajar, que redunden en la capacidad de aportar valor a la compañía hasta el punto de generar un alto rendimiento y diferenciarla de la competencia.
Para definir este perfil, cobran especial importancia los valores y procesos que definen la cultura de la compañía . Es indispensable que nuestros colaboradores estén alineados con nuestro cultura de trabajo para que puedan desarrollar todo su potencial.
Por tanto, convertirse en una empresa de alto rendimiento exige, primero, entender la cultura como la forma ser y comportarse de una organización (tanto a nivel interno como externo) y, segundo, interiorizar la necesidad de hacer que quienes forman parte de la compañía estén totalmente alineados con esta cultura. Así serán capaces de aceptar retos e impactar positivamente en la empresa. A continuación te proponemos 5 acciones que te pueden ser muy útiles para lograrlo:
1. Define criterios de selección basados en el talento
Hay que definir claramente las competencias alineadas con los valores de la compañía para identificar a tus colaboradores. No solo por su potencial intelectual, sino también por sus actitudes y aptitudes y, sobre todo, por el potencial que manifiestan al ser capaces de crear y ser parte de esta cultura del rendimiento a la que estamos haciendo referencia. Por tanto, hay que seleccionar y retener a las personas que son capaces de trabajar en equipo e, incluso, liderarlo. Personas con habilidades para tomar decisiones y resolver problemas, y que a su vez pueden adaptarse a los cambios que se producen en el entorno. En definitiva, personas asertivas y creativas que lleguen a comportarse como verdaderos intrapreneurs.
Para poder identificar estos altos potenciales en cualquier posición o nivel de la compañía, es necesario diseñar y desplegar políticas y prácticas de gestión de personas que nos ayuden a evaluar las competencias de cada colaborador.
2. Comunica tu cultura de alto rendimiento
Una organización de alto rendimiento (High Perfomance Organization) está definida por su capacidad para abrirse al entorno, de forma comprometida con la sociedad, y donde la mejora continua es la base de toda una estrategia orientada a la acción: una organización con colaboradores de alta calidad. Y ello exige articular una política de comunicación clara y transparente, tanto a nivel interno como externo, que garantice afianzar la cultura de la empresa y proyectar una imagen corporativa alineada con nuestra estrategia y necesidades. En este sentido, factores como las estrategias de employer branding o conseguir que nuestros colaboradores se conviertan en embajadores de marca , juegan un papel decisivo para lograr aportar valor a la compañía y asentar los pilares del reclutamiento de talento.
3. Cuida el ambiente laboral desde la contratación
La cultura y la imagen de marca de la organización son fundamentales desde el primer contacto de un colaborador con la empresa. Es durante el proceso de selección y contratación cuando debemos explorar el encaje del nuevo candidato con los valores de la compañía.
Asimismo, debemos contar con un proceso de bienvenida para las nuevas incorporaciones, no solo orientado a facilitar la asunción de las nuevas responsabilidades propias del puesto, sino también a la inmersión en nuestra cultura organizativa y sus valores. Este proceso de bienvenida es fundamental para lograr un ambiente que garantice la implicación y motivación de nuestros colaboradores y de esta forma el desarrollo de todo su potencial .
4. Concilia vida laboral y familiar
En la actualidad, la gestión adecuada del talento requiere definir e implementar políticas que salvaguarden las necesidades y las expectativas de los colaboradores. Y esto implica tener en cuenta la conciliación de la vida laboral y familiar, ya que representa un 50% de las causas que motivan la retención del talento. De hecho, esta conciliación (junto con la flexibilidad en la realización de las tareas asociadas al ejercicio de las funciones) se alza como factor importante que incide en la relación entre talento y competitividad y, por tanto, en el rendimiento empresarial , tal como se desprende del último informe derivado del Índice de Competitividad Global Talent 2015-16 ( The Global Talent Competitiveness Index ).
5. Ofrece planes de carrera y desarrollo a tus colaboradores
Es vital definir itinerarios profesionales en los que también tenga cabida el desarrollo profesional y personal. La imposibilidad de promocionar es una de las principales causas que motivan el abandono de altos potenciales de una empresa, lo que deriva en la necesidad de disponer de planes de carrera que permitan formar y desarrollar los líderes que necesitará nuestra organización en un futuro. Para hacerlo debemos analizar qué capacitaciones y qué puestos se requerirán a largo plazo y desplegar un plan de formación adaptado, que impulse el desarrollo del talento necesario para los requerimientos de la compañía.
Consideramos que estas 5 claves representan los factores de éxito de una compañía que entiende, tal como lo hacemos en Great Place to Work®, que un lugar excelente de trabajo es aquel en el que se confía en sus líderes, en el que existe orgullo por trabajar en él y en el que cada uno da lo mejor de sí mismo trabajando en equipo en un ambiente de confianza. Si queremos colaboradores con talento, primero debemos ser empresas de talento para generar una cultura del rendimiento. Y esto pasa por alinear correctamente la visión de la compañía, su estrategia y las actitudes de nuestros colaboradores.