En las últimas dos décadas, la definición de disrupción se ha extendido mucho más allá de su significado literal y sus efectos trascienden también el mundo de los negocios.
El término disrupción que fue acuñado por primera vez en 1995 por el profesor de la Harvard Business School, Clayton Christensen hace referencia a la transformación de los modelos de negocio y el valor de la conexión a través de la tecnología y la innovación empresarial.
Por un lado, cada vez es más evidente que la disrupción no está ligada exclusivamente a la tecnología o a la innovación; ya que también se ve influenciada por los cambios demográficos, la globalización y la macroeconomía, entre otros.
Por otro, algunas de las tecnologías más disruptivas no sólo contribuyen a innovar en los modelos de negocios corporativos, sino también en la sociedad en su conjunto.
El grado de concienciación sobre la disrupción, así como la aceptación de este contexto de cambios bruscos que domina el panorama internacional, ha aumentado en la comunidad empresarial. De hecho, la presencia en medios de comunicación de todo el mundo del término “innovación disruptiva” ha crecido más de un 440% entre 2010 y 2015, según recoge el informe.
Claves de la disrupción
El análisis realizado por EY indica que existen tres causas fundamentales o ‘fuerzas primarias’ que están detrás de la disrupción: la tecnología, la globalización y la demografía.
- Tecnología. Por lo general, la disrupción se asocia a un contexto relativamente reciente relacionado con las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), pero los avances técnicos han impulsado grandes cambios en las sociedades durante siglos: desde la Revolución Industrial a la Revolución Tecnológica, pasando por las relacionada con el uso de la realidad virtual, el Internet de las Cosas (IoT) o la Inteligencia Artificial, que también prometen generar una revolución en el escenario global.
- Globalización. La globalización se ha acelerado en las últimas décadas gracias a la liberalización del comercio y el crecimiento de los mercados emergentes. Estos factores alteran e influyen en los modelos de negocio existentes, ya que crean nuevos competidores, reordenan las cadenas de suministro y reducen los niveles de precio.
- Demografía. A lo largo de la historia los cambios demográficos han sido clave en el devenir de la humanidad. En las próximas décadas se prevé que una tasa de natalidad más alta en zonas de África y en países como la India favorecerán una mayor presencia de estas regiones como motores económicos. A su vez, factores como el envejecimiento de la población, la mayor presencia de los millennials en el ámbito laboral, o los procesos de urbanización de las ciudades requerirán de nuevas estrategias y modelos de negocio.
La interactuación de las tres fuerzas mencionadas da como resultado ocho mega tendencias.
¿Cómo aprovechar las ventajas de la disrupción?
Según el informe The upside of disruption, las empresas que buscan innovar sus modelos de negocio deben comenzar centrándose en estos cinco interrogantes:
- ¿Cuál es su negocio? La disrupción puede cambiar el negocio tradicional de la propia empresa. Por ello, comprender cómo su núcleo de actividad ha cambiado es el primer paso para reinventar el modelo de negocio.
- ¿Quién es su cliente? La disrupción crea nuevos segmentos de clientes, con diferentes necesidades y expectativas. La comprensión de este cambio, la detección de los nuevos consumidores y de cuáles son sus necesidades, es de vital importancia.
- ¿Cuál es su propuesta de valor? Para responder a las expectativas de la nueva base de clientes, se necesita de una propuesta de valor personalizada, y en muchos casos, diferente a la tradicional.
- ¿Cuáles son sus competidores? La oleada de cambios atrae a nuevos participantes no tradicionales a competir en diferentes sectores. Esta convergencia de industrias, y tendencias como la economía colaborativa, hacen indispensable conocer la forma en que estos competidores están impactando en el negocio.
- ¿Cuál es el riesgo de permanecer inactivo? tendemos a subestimar la velocidad de las revoluciones y los cambios. El potencial económico de una oportunidad disruptiva puede parecer insignificante en comparación con el tamaño de su negocio hoy en día, pero en un entorno cada vez más disruptivo, el mayor riesgo es permanecer quieto.
