El economista principal de BBVA Research Juan Ramón García y el presidente del Consejo Económico y Social (CES) de Castilla y León, Germán Barrios, han coincidido este jueves en que la denominada «revolución industrial 4.0» supondrá la pérdida de empleos, pero también creará otros nuevos con el importante desarrollo de las nuevas tecnologías.
Ambos han participado este jueves en la jornada ‘Empleo 4.0’, en la que también han estado presentes los secretarios generales de los sindicatos UGT y CCOO en Castilla y León, Faustino Temprano y Vicente Andrés, respectivamente, así como el presidente de Cecale, Santiago Aparicio y la presidenta de la Cortes regionales, Silvia Clemente.
Juan Ramón García ha recalcado que el progreso tecnológico históricamente ha sido positivo para el mercado laboral, pero ha advertido que la «disrupción» actual en el sector y la velocidad a la que cambian las cosas va a provocar un proceso «complejo» en el que «habrá algunos ganadores y algunos perdedores», por lo que ha apostado por que «toda la sociedad, las administraciones públicas, los sindicatos y la patronal» se impliquen para lograr un mercado laboral «flexible» que se adapte a estos cambios.
El experto ha comenzado por recapitular datos estadísticos históricos que indican que las revoluciones industriales y tecnológicas han sido positivas para la sociedad, y que si la «4.0» mantiene esos «precedentes» se conseguirá llegar a un «equilibrio». Así, ha apuntado que desde 1950 el PIB de España se ha multiplicado por 14, la renta per cápita, por 15; mientras que el número de horas trabajadas de media se ha reducido en un 35 por ciento. Todo ello «sin destruir empleo», pues la tasa de paro actual es muy similar a la que había en 1950.
El secretario regional de CCOO ha cuestionado al economista sobre si esta revolución tecnológica implicará el incremento de los salarios y una reducción de la jornada laboral, a lo que el economista ha apuntado que «algunos» tendrán estas mejoras y que «el reto es que se extienda a la mayoría de trabajadores». Por ello, ha advertido del riesgo del crecimiento de las diferencias entre trabajadores más y menos cualificados, pues los segundos «se pueden quedar atrás».
El economista no se ha decantado por una visión positiva o negativa para el mercado laboral, pero ha trasladado planteamientos como un estudio realizado por expertos norteamericanos que estima que el 47 por ciento de los puestos de trabajo actuales «puede ser susceptible» de ser sustituido por la automatización.
EL EJEMPLO DE LAS ‘APPS’
Pero por el contrario ha incidido en que «no sabemos cuántos empleos se van a crear» y ha puesto el ejemplo de que en el año 2006 «nadie de los presentes» se imaginaba que el surgimiento del teléfono móvil iPhone que «revolucionaría el mercado» al año siguiente y de la plataforma de aplicaciones ‘Appstore’ en 2008 iba a suponer que actualmente el impacto de Apple en número de empleos es de más 1,4 millones, de los cuales 1,2 millones de personas se dedican a la programación de ‘apps’ –190.000 de ellas en España–. «Es altamente probable que, a futuro, suceda algo parecido», ha pronosticado.
Por su parte, el presidente del CES ha incidido en la necesidad de no tener «miedo» al cambio y en la importancia de la búsqueda del «equilibrio» entre la tecnología y el empleo, para lo cual apuesta por un entendimiento entre «mercado, Estado y trabajadores».
Asimismo, ha subrayado la necesidad de formar a los jóvenes para que puedan trabajar en los empleos que se crearán en el futuro, pues actualmente «sólo el 58 por ciento de los españoles tiene conocimientos básicos en Internet».
Mientras tanto, la presidenta de las Cortes de Castilla y León ha subrayado que, ante este proceso de innovación tecnológico es «fundamental» que la sociedad esté «preparada» y hacerlo «al son de las organizaciones en las que se produce el debate», como por ejemplo el Consejo Económico y Social, que organizaba la jornada de este jueves, pues es el «cauce para expresar y exponer cuestiones que tienen que ser tenidas en cuenta» por los gobernantes.
De hecho, ha incidido en que el aspecto de la revolución tecnológica «preocupa a nivel mundial», pues el pasado mes de agosto la Organización Internacional del Trabajo (OIT) creó una comisión para el futuro del trabajo en la que se incorporan «análisis y diagnósticos» para las relaciones laborales «del futuro». También lo está la Unión Europea, con medidas en las estrategias 2020 y la de Innovación y Desarrollo Inteligente.
Más cerca, en las Cortes de Castilla y León el empleo es el asunto que «más ha ocupado a los grupos políticos en el debate» y el que ha concitado un mayor «consenso» en las iniciativas parlamentarias. De hecho, ha recalcado que la creación de puestos de trabajo es el aspecto «más importante» para garantizar el bienestar social y lograr el objetivo de incrementar la población activa hasta el 75 por ciento.