Endeudamiento empresarial

La presión financiera soportada por las empresas durante la crisis

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Actualizado 18 | 02 | 2019 20:15

Endeudamiento empresarial

Durante la reciente crisis, el grado de presión financiera soportado por las empresas creció rápidamente, aumentando el porcentaje de aquellas cuyos resultados de explotación no eran suficientes para cubrir los pagos por intereses. Esta presión financiera aumentó, en mayor medida, en las empresas de menor dimensión, así como en las de construcción e inmobiliarias.

El informe del Banco de España, «Evolución del grado de presión financiera soportada por las empresas no financieras españolas: 2007-2016», destaca la existencia de una elevada heterogeneidad en el grado de presión financiera soportado por las empresas españolas, medido en función de la ratio de cobertura de intereses. Así, para una destacada proporción de ellas, los gastos financieros absorben una parte significativa de sus ingresos de explotación y, para otro segmento importante, los beneficios ordinarios superan con holgura los pagos por intereses.

El porcentaje de aquellas empresas cuyos ingresos del ejercicio no fueron suficientes para cubrir los pagos por intereses tendió a aumentar durante la crisis, elevándose hasta casi el 30% en 2012. La importancia relativa de las empresas en esta situación llegó a situarse, en términos de empleo, en un 19%, y su deuda alcanzó el 28% respecto a la del total de las sociedades de la muestra.

El desglose por tamaños revela que, durante la crisis, el deterioro fue más acusado en el segmento de pymes, tanto en términos de empleo como en el peso que representaba la deuda de las empresas en situación más vulnerable.

Mientras que, por sectores, estos porcentajes fueron superiores y se incrementaron en mayor medida para las compañías constructoras e inmobiliarias.

A partir de 2013, con el inicio de la recuperación, esta tendencia comenzó a revertir, especialmente en el segmento de pymes, que había sido también el que había experimentado un deterioro mayor durante la crisis. Ello llevó a que se redujera el peso del empleo y de la deuda de las empresas en posición más vulnerable, y que se estrecharan las diferencias entre pymes y compañías de gran tamaño.

Con todo, estos porcentajes se situaban todavía en 2015 (último año con información completa) algo por encima de los niveles previos a la crisis. La información más reciente disponible, aunque es menos completa, ya que se basa en una muestra donde las compañías de gran dimensión están sobrerrepresentadas, apunta a una continuidad de esta mejoría en los tres primeros trimestres de 2016, período en el que el porcentaje de sociedades bajo una presión financiera elevada se habría mantenido en niveles reducidos y el peso de su deuda sobre la del total del sector habría seguido descendiendo.

El análisis, realizado por Álvaro Menéndez y Maristela Mulino, también indica que la crisis iniciada en 2008 afectó negativamente a los ingresos de las sociedades no financieras procedentes de sus actividades de explotación, en un contexto en el que su endeudamiento alcanzaba cotas muy elevadas (el punto máximo en relación con el PIB —118 %— se registró a mediados de 2010). La conjunción de estos factores supuso un importante elemento de presión financiera para las empresas, que tuvieron que hacer frente a los pagos derivados de sus recursos ajenos con un nivel de ingresos decreciente.

Asimismo, los analistas señalan cómo, a medida que avanzaba la crisis, la presión financiera se fue desplazando hacia valores más reducidos, consecuencia fundamentalmente de la contracción de los ingresos de explotación de las sociedades, y ello a pesar del notable descenso que desde 2008 experimentó el coste de financiación ajena empresarial, tras el fuerte incremento registrado los años previos.

En todo caso, cabe resaltar cómo durante este período recesivo el porcentaje de empresas con menor grado de presión financiera se mantuvo siempre en valores elevados, por encima del 65% en el caso de las pymes, y no descendiendo nunca del 70% en el segmento de las sociedades de mayor dimensión.

A partir de 2013, con el inicio de la recuperación económica, se observó una progresiva y generalizada mejoría, aunque sin llegar aún a alcanzar los niveles previos a la crisis, reduciéndose de forma significativa la proporción de las empresas con una posición vulnerable, especialmente en el segmento de pymes.

Cuando se analiza cómo se distribuye la deuda de las empresas, se puede observar que los sectores de construcción y de servicios inmobiliarios registraron un comportamiento más negativo que el resto de ramas, tanto durante el período de crisis como en el de recuperación.

 

 


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