Desde 2013 se han creado 727.000 puestos de trabajo en España y de ellos, al menos la mitad, son ocupados por trabajadores sobre-cualificados.
CLAVES
- El número de ocupados sobre-cualificados supera los 9,5 millones de personas (2015).
- En la actualidad, los sobre-cualificados representan un 52,8% del total de los trabajadores españoles. Son un 6,5% más que a mediados de 2007.
- El desajuste se acentúa entre los jóvenes de entre 16 y 24 años. Dos de cada tres, han ocupado un puesto para el que están sobre-cualificados en 2015.
- La sobre-cualificación en nuestro país, es más común entre los trabajadores con un nivel medio de formación, que ocupan puestos para los que se requiere una cualificación baja.
- Los autónomos son los que presentan un mayor desajuste entre formación y ocupación, pero ha sido entre los asalariados, donde más ha crecido la sobre-cualificación.
- Por sectores, el mayor número de ocupados sobre-cualificados se ha concentrado en el comercio, la reparación y la hostelería.
- País Vasco y Cantabria son las CCAA con mayor volumen de trabajadores sobre-cualificados (más del 58%).
- El ritmo de creación de empleo se mantendrá hasta marzo en el entorno del 3%.
La necesidad de casar candidatos y ofertas de empleo
Desde el inicio de la recuperación (2013-2015), se han creado 727.000 puestos de trabajo. Sin embargo, al menos la mitad de los trabajadores que los ocupan están sobre-cualificados, llegando a superar los 9,5 millones en el promedio de 2015 (52,8% del total de ocupados). Esta cifra, supone un incremento del 6,5% respecto a los que había en 2007, antes de que comenzara la crisis.
El aumento de la sobre-cualificación se ha concentrado en los trabajadores mayores de 45 años y entre los que tienen una formación media
Son los mayores los que más sufren este desajuste del mercado laboral, sin embargo, es más común entre los jóvenes de entre 16 y 24 años. De estos últimos, dos de cada tres han ocupado puestos para los que estaban sobre-cualificados en 2015.
Un problema que se acrecienta entre los trabajadores que han completado un nivel medio de formación (E.S.O.) y desempeñan ocupaciones de carácter básico. Son sectores como el comercio o la restauración, en los que los jóvenes representan el 45,8% y el 26,7%, respectivamente, del total de ocupados de cada ámbito.
Entre los factores que explican este comportamiento del mercado, que una vez más, vuelve a cebarse con los jóvenes, podríamos situar la dificultad de acceso al mercado de trabajo, hecho que además, estaría relacionado con el desánimo de este grupo, que pudimos apreciar en la EPA del 4T15.
Autónomos y asalariados, temporales e indefinidos
Los asalariados representan al grupo, por tipo de contrato, en el que más ha crecido la sobre-cualificación, pero no es el único colectivo que lo sufre. Entre los autónomos es más frecuente que se produzca la sobre-cualificación que en ningún otro tipo de trabajadores.
Según el tipo de contrato, la proporción de los ocupados sobre-cualificados ha sido mayor entre los temporales (59,8%), que entre los indefinidos (53,9%), en 2015.
Si añadimos, además, la variable “nivel educativo”, el desajuste es menor entre los asalariados temporales que han completado un nivel de formación superior, con contrato indefinido y que están ocupando tareas de tipo medio.
Comercio, reparación y hostelería, encabezan el ranking de desajuste del mercado laboral
En términos relativos, el sector primario y las industrias extractivas, son los que más han aumentado el desajuste entre formación y ocupación, pasando del 34,3% y 48,2% en 2013, al 38,9% y 51,9% en 2015, respectivamente.
Pero en términos absolutos, son el comercio, la reparación y la hostelería, los que presentan un mayor aumento del número de ocupados sobre-cualificados (37,3% del aumento total).
País Vasco y Cantabria, son las áreas geográficas con mayor número de ocupados sobre-cualificados
El País Vasco y Cantabria, son las CCAA que más desajuste experimentan en relación a su volumen total de empleados, con el 58,6% y el 58,5%, respectivamente, de ocupados sobre-cualificados.
Observamos, además, una cierta relación entre el aumento de los ocupados sobre-cualificados y el total registrado en estos últimos dos años. Algo que pone de manifiesto que el ajuste, en términos de formación y ocupación, no ha sido el preferible. Hablamos de un desequilibrio muy preocupante para el mercado de trabajo, que supone la infrautilización de unos trabajadores que, probablemente, podrían ser más productivos en otro puesto.
El ritmo de creación de empleo se mantendrá hasta marzo
Los factores que han favorecido al crecimiento de nuestra economía y sobre los que se ha asentado la creación de empleo en los últimos meses, mantienen su inercia y su impacto sobre las diferentes variables del mercado de trabajo. Si sumamos a estos estímulos el hecho de que la Semana Santa se celebre íntegramente en el primer trimestre, el indicador ASEMPLEO-Afi prevé que el ritmo de creación de empleo se mantendrá en el entorno del 3% al menos, en este primer periodo del año, a pesar de la incertidumbre política.
Todo indica, que será a partir del mes de abril, cuando se empiece a percibir la desaceleración del crecimiento económico y de la creación de empleo. A pesar de ello, la creación de empleo seguirá siendo importante. La tasa interanual se reducirá una décima hasta el 2,9%.
“No hace falta ser alarmista, pero hay que tener en cuenta que un 56,7% de los trabajadores ocupados desempeñan un trabajo que requiere una cualificación diferente de la que tienen. De ellos, el 52,8% están sobre-cualificados para el puesto que ocupan, sobre todo los jóvenes menores de 24 años y el 3,9% infra-cualificados. Si lo pensamos bien, este dato, por sí solo, ya indica una patología muy severa de nuestro mercado. Así se explican la fuga de talento y el efecto desánimo que ha repuntado en la Encuesta de Población Activa del cuarto trimestre de 2015. Es necesario activar soluciones que faciliten la inclusión laboral más cuantiosa y rápida posible de aquellas personas que estén en condiciones de hacerlo y contar para ello con la implicación y la colaboración entre servicios públicos y privados. Todo esto, nos hace reiterar la necesidad en mejorar la selección y la intermediación.”