Los costes por hora trabajada en España ascienden a 21,3 euros, 4,1 euros menos que en la media de la Unión Europea (UE) y 8,5 menos que en la zona euro.
España es la quinta potencia económica en términos de PIB de la eurozona, aunque existen trece países que tienen costes laborales superiores a los españoles, según los últimos datos de costes laborales en la Unión Europea de 2016 publicados por Eurostat.
En concreto, estos países van desde Noruega a Dinamarca, pasando por Suecia, Francia, Holanda, Alemania o Austria, entre otros. Países que, según la organización sindical, poseen economías «más desarrolladas, productivas y avanzadas en materia de derechos sociales».
UGT cree que los datos ponen de manifiesto la «intensa» moderación de costes laborales que ha vivido el país en los últimos años y que ha liberado de márgenes «extraordinarios» a las empresas.
A pesar de que España «se encuentra inmersa ya en una nueva fase de crecimiento de la economía», a las empresas españolas les costó lo mismo una hora de trabajo contratada en 2016 que en 2012.
De hecho, España es de los países de toda la UE en los que menos han crecido los costes por hora trabajada desde 2012 (+0,9%). Aunque no es el único, ya que en Italia únicamente han crecido un 0,4% y en Chipre, Grecia y Noruega han descendido desde este año un 6%, un 9,6% y un 11%, respectivamente.
No obstante, Noruega, a pesar del descenso, sigue estando entre los países con los costes laborales más elevados de toda la UE.
LA CONTENCIÓN DE COSTES NO SE TRADUCE EN COMPETITIVIDAD
En esta línea, también ha puesto de relieve que la contención de costes laborales no se ha traducido en una mejora de la competitividad paralela de los productos producidos en España, ya que la mayoría de las empresas se han dedicado a «pagar sus deudas, repartir dividendos, satisfacer las elevadas retribuciones e indemnizaciones a directivos».
La organización sindical ha insistido en que el desequilibrio en el reparto de la renta no puede continuar en España, ya que «está mermando las posibilidades de crecimiento y de creación de empleo» y está incrementando «las desigualdades y frenando la recuperación de la calidad de vida de las familias».
UGT cree que «es preciso» que las rentas salariales crezcan en términos reales, recuperen poder adquisitivo y mejoren su capacidad de compra, ya que España «no puede seguir basando su crecimiento en la continua rebaja de costes laborales».
«Debemos impulsar otro modelo de crecimiento, más productivo, eficiente y sostenible, que permita que las empresas sean más competitivas generando a la vez más riqueza, y que el reparto de los frutos de ese crecimiento sea más justo y equilibrado. Por eso es imprescindible que los salarios crezcan y ganen poder de compra», ha agregado el secretario de política sindical de UGT, Gonzalo Pino.