La falta de un acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y Reino Unido tras el Brexit podría ser «catastrófico» para la industria de los alimentos y las bebidas, según han trasladado expertos del sector al Comité de Negocios, Energía y Estrategia Industrial del Parlamento británico.
En este sentido, varios organismos comerciales y representantes de grandes empresas del sector de la alimentación han mostrado a la autoridad parlamentaria su preocupación por la posibilidad de que el acuerdo comercial finalmente no llegue, lo que podría repercutir en los consumidores al aplicarse mayores tarifas aduaneras o que se tenga que utilizar otras rutas de transporte más largas.
El director general de la Federación de Alimentos y Bebidas, Ian Wright, ha indicado que sin acuerdo comercial, aunque los británicos no se van a quedar sin comida, las diferentes opciones de bienes y servicios ofrecidas se verían reducidas, así como su disponibilidad y rentabilidad, que se verían considerablemente afectadas», por lo que sería bastante «catastrófico».
De su lado, el director general de la Federación de Comercio de Provisión, Andrew Kuyk, ha asegurado que unos mayores procedimientos aduaneros, como un incremento de los controles fronterizos o alzas en las tarifas, podrían llevar a que los precios experimenten una subida «muy marcada», fundamentalmente en el corto plazo.
Según estimaciones del organismo presidido por Kuyk, el impacto sobre los precios podría ser de un incremento de hasta 10 puntos porcentuales respecto al precio de los productos que se intercambian dentro del mercado único actualmente.
Asimismo, el director de asuntos corporativos de Nestlé, Ian Rayson, ha advertido de que si no se logra el acuerdo y Reino Unido recurre a los términos de intercambio de bienes y servicios de la Organización Mundial del Comercio (OMS), los costes de las empresas, sobre todo de las materias primas, «aumentarían sustancialmente».
De igual forma, el director de relaciones corporativas de la destilería Diageo, Dan Mobley, ha indicado que el grupo ha estimado que el cruce de la frontera de sus 18.000 traslados en camiones desde Irlanda a Reino Unido, o viceversa, podría suponer un coste de alrededor de 1,3 millones de libras esterlinas (1,5 millones de euros) adicionales.
«El grupo cuenta con unas ventas globales de 18.000 millones de libras esterlinas (20.463 millones de euros), por lo que el coste sería asumible, pero nos preocupa este escenario para algunos de nuestros proveedores», ha añadido Mobley.
«No va a aumentar el precio de Baileys, pero preocupa el coste en la cadena de suministro, como con los productos lácteos o las trabas administrativas, que podrían dar lugar a dificultades para las empresas pequeñas», ha aseverado.