España generará con los cálculos de planes actuales
350.000 empleos directos y algo más de 118.000 indirectos a lo largo de esta década, con Andalucía y Castilla y León
como referentes al concentrar las expectativas y tener actualmente en trámite,
en conjunto, el 35% de las solicitudes de enganche de energías renovables en la
Red Eléctrica Española, especialmente en fotovoltaica.
Así
lo recoge un estudio de la comercializadora de energías verdes Unieléctrica,
basándose en previsiones y proyecciones del Plan de Recuperación,
Transformación y Resiliencia, del Gobierno; la Organización Internacional del
Trabajo (OIT) y la Comisión Europea, la Agencia Internacional de Energía
Renovable (Irena) y estimaciones de la Asociación de Empresas de Energías
Renovables (APPA) y la Asociación Empresarial Eólica (AEO), todo ello buscando
la aproximación en sus cifras, que no son muy dispares, y contrastándolas en el
presente con el volumen de solicitudes en trámite de enganches que cursa Red
Eléctrica Española (REE).
Respecto a este último organismo, la REE
tiene solicitudes en trámite para enganchar puntos de generación de renovables
para España por una potencia instalada de 327.278 MW, del
que el grueso, al 28 de febrero, corresponde a la generación fotovoltaica con 213.255
MW, seguida de la eólica (92.132 MW) la termosolar (2.528 MW) y 19.363 de otras
fuentes de generación verde, sin incluir la hidroeléctrica.
En cuanto a la fotovoltaica, será la forma
de producir electricidad verde con más réditos en empleo, según estima la APPA,
ya que de cada 100 puestos generados 68 tienen un carácter permanente durante
20 años, más aún con el prometedor futuro existente para España (sobre todo en
las comunidades del Sur, gracias a sus horas anuales de insolación.
En segundo término está la energía eólica,
con la que de cada 100 puestos generados 25 corresponde a la fabricación o
empresas auxiliares, 64 a trabajadores en el área de instalación durante el
primer año y unos 11 a lo largo de 25 años en operaciones y mantenimiento,
según la AEE.
Por comunidades autónomas, Andalucía
encabeza la estimación de generación de empleos directos e indirectos con
106.000 puestos, teniendo solicitadas actualmente el enganche de instalaciones
fotovoltaicas por 55.924 MW (el 26,2% del total nacional) y 4.426 MW de
generación eólica (el 4,8% de España). Le siguen en los primeros puestos Castilla
y León con 62.000 empleos, 29.815 MW de fotovoltaica (13,98%) y 19.740 MW de
eólica (21.43%); Aragón con 58.500 empleos, 24.781 MW de fotovoltaica (11,62%)
y 15.042 MW de eólica (16,37%); Castilla La Mancha con casi 43.000 empleos,
21.784 MW de fotovoltaica (10,22 %) y 5.377 MW de eólica (5,84%); la Comunidad
Valenciana con algo más de 40.000 empleos, 17.196 MW de fotovoltaica (8,06%) y
4.333 MW de eólica (4,7%); Extremadura con más de 32.000 puestos y 19.289 MW de
fotovoltaica (9,05%) y 408 MW de eólica (0,4%), y Madrid con cerca de 30.000
empleos directos e indirectos, enganches de fotovoltaicas solicitados
actualmente por 20.233 MW (9,49%) y otros 419 MW (0,45%) en eólica.
Desde mitad de la lista, Cataluña tendría una estimación de generación de
empleo en esta década de unos 27.000 empleos con 7.174 MW de fotovoltaica (el
3,36 % de los solicitado desde toda España) y 9.734 MW de eólica (el 10,57%); Galicia,
con 22.500 empleos y 81 MW de fotovoltaica (0,037% nacional) pero con 15.324 MW
de eólica (16,6%); Murcia con casi 15.000 empleos y 8.553 MW de fotovoltaica
(4,01%) y 354 MW de eólica (0,4%); Navarra con 9.600 empleos y 2.616 MW de
fotovoltaica (1,23%) y 4.926 MW de eólica (5,35%); Euskadi con 7.500 empleos
con 935 MW de fotovoltaica (0,44 %) y 4.750 MW de eólica (el 5,16%); Canarias
con 5.500 empleos y 1970 MW de fotovoltaica (0,92%) y 1.609 MW de eólica
(1,75%); La Rioja con 4.200 empleos y 1.520 MW solicitados de fotovoltaica (0,71%)
y 759 de eólica (0,83%); Asturias con 3.700 empleos y 20 MW de fotovoltaica y
2.525 MW de eólica (2,74%); Baleares con 2.300 empleos con 1.170 MW solicitados para fotovoltaica
(0,55%) y 15 MW de eólica, y cierra la lista Cantabria, con una generación
estimada de 1.600 empleos directos e indirectos esta década, a tenor de los
actualmente enganches solicitados para 17 MW de fotovoltaica y 1.422 MW de
eólica, el 1,54% del total nacional.
468.000 empleos directos e indirectos en España.
La principal base para calcular estimaciones
de creación de empleo en este estudio de Unieléctrica la proporciona el reciente
Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, con una estimación de
creación en una década de hasta 350.000 empleos directos y 118.000 indirectos
en energías renovables, a los que paralelamente habría que sumar 280.000 en
nueva gestión forestal, 150.000 en ganadería y agricultura extensiva ecológica
o 160.000 en Economía Circular. En total, 1,13 millones de puestos de trabajo
‘verdes’, tanto provenientes de la producción eléctrica ecológica como en otros
campos.
Esos datos coinciden con los del 2019 de la
APPA, que fijó los empleos generados por fuentes renovables en España, en el
último año prepandemia, en casi 45.000 empleos directos e indirectos, ‘un
cálculo muy por lo bajo’ y que vendrían a coincidir si se prolongasen durante esta
década con el citado Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
También el empleo creado durante la década pasada ha coincidido con las
estimaciones que se tenían en principio por las organizaciones tomadas como
referencia.
Y eso sin que la UE ‘acelere a fondo’
Incluso, puede hablarse que otros datos recientes
podrían quedarse también muy cortos, como los formulados por el Consejo Global
de Energía Eólica, que preveía hace diez meses la creación de 3,3 millones de
empleos en todo el mundo en cinco años, que se elevarían a 43 millones en todo
el planeta con todas las energías renovables en el doble de plazo, hasta el
2030, según la Agencia Internacional de Energías Renovables y la OIT. Todo ello
tras la decisión de muchos países de la UE después de la reciente invasión y
crisis de Ucrania (como en el caso de Alemania o, previsiblemente, España) para
reimpulsar los proyectos a medio y largo plazo de generación de energías verdes.
El objetivo, además de evitar emisiones de CO2, es impulsar el desarrollo
energético y estratégico de la UE.