El crecimiento del empleo durante el año 2018 será de 450.000 nuevos puestos de trabajo y se cerrará el ejercicio con una tasa de paro del 15,3%, el mejor dato desde finales de 2008.
Aun así, la contratación vivirá una desaceleración de hasta 50.000 empleos desde el medio millón de puestos creados en 2017, según Asempleo.
A raíz de la moderación salarial vivida a lo largo de la crisis y gracias al aumento de la productividad laboral y de las horas trabajadas, el coste laboral unitario ha ido reduciéndose, lo que ha colocado a España en una situación ventajosa en términos de competitividad frente a otros países de nuestro entorno.
En caso de cumplirse las previsiones, el Producto Interior Bruto (PIB) recuperará este año el nivel previo a la crisis pero con casi 2 millones menos de ocupados equivalentes a tiempo completo, algo que «explica la necesidad de analizar el comportamiento de las rentas salariales».
EL MISMO OBJETIVO QUE EL GOBIERNO
Para el presidente de Asempleo, Andreu Cruañas, la subida del 4% del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para 2018 anunciada este martes por el Gobierno se queda lejos de sus expectativas, ya que esperaban «una subida mayor», en el entorno del 5,5%.
Aún con todo, Cruañas valoró positivamente esta subida «necesaria» y compartió con el Ejecutivo de Mariano Rajoy el objetivo de llegar al SMI de 1.000 euros mensuales en 12 pagas para enero de 2020″, meta que Asempleo se habría propuesto para enero de 2018.
Esta mejora del SMI, según Cruañas, tendrá un impacto positivo tanto en la recaudación de la Seguridad Social como en el crecimiento del consumo y en la previsión social para las pensiones.
Respecto a la negociación salarial, que están negociando patronal y sindicatos, el presidente de Asempleo se muestra en línea con las expectativas de la CEOE, que manejan una subida de entre el 2% y 3%. «No llegar a un acuerdo tendrá un precio», señaló Cruañas.
CONTRACCIÓN EN EL CRECIMIENTO DEL PIB
Pese al dinamismo en la creación de empleo, la menor contratación en 2018 afectará negativamente a la demanda nacional y con ello a la contribución del consumo de los hogares al crecimiento de la economía española, rebajando el avance del PIB para 2018 hasta el 2,7%, cuatro décimas por debajo del crecimiento previsto para 2017.
Al mismo tiempo, la demanda externa sigue en aumento y este año se producirá un mayor avance de las exportaciones, que crecerán un 5,3%, que las importaciones, cuyo crecimiento se limitará al 3,5%.
Desde Asempleo, también destacaron que «la economía española va a terminar el año siendo una de las economías más avanzadas de la unión Europea, y seguirán manteniendo este título en 2018, cuando crecerá hasta seis décimas más que la media de la Unión Europea».
