La balanza por cuenta corriente, que mide los ingresos y pagos al exterior por intercambio de mercancías, servicios, rentas y transferencias, registró un superávit de 19.800 millones de euros en 2017, lo que supone una caída del 7,9% respecto al año anterior, según el avance publicado este miércoles por el Banco de España.
El descenso del saldo positivo de la balanza por cuenta corriente registrado durante el pasado año se explica por los menores superávits tanto de la balanza de bienes y servicios como de la cuenta de capital.
En concreto, el superávit de la balanza de bienes y servicios se situó en 31.100 millones de euros, por debajo de los 33.700 millones registrados en 2016. Dentro de ésta, el turismo y los viajes ampliaron, en cambio, su superávit hasta los 40.600 millones, frente a los 37.200 millones de un año antes.
Por su parte, la balanza de rentas primaria (rentas de trabajo, de la inversión, impuestos sobre producción y la importación y subvenciones) y secundaria (transferencias personales, impuestos corrientes, cotizaciones y prestaciones sociales, etc.) registró un déficit de 11.300 millones de euros el pasado año, inferior a los 12.200 millones de 2016.
El saldo de la cuenta de capital mostró el pasado año un superávit de 1.900 millones de euros, también por debajo de los 2.700 millones obtenidos durante el año 2016.
Así, el saldo agregado de las cuentas corriente y de capital, que determina la capacidad o necesidad de financiación de la economía española, fue positivo en 2017 y se situó en 21.700 millones de euros, aunque la cifra se situó 2.500 millones por debajo de los 24.200 millones del año anterior.
Sólo en el mes de diciembre de 2017 la balanza por cuenta corriente obtuvo un superávit de 2.600 millones de euros, ligeramente por debajo de los 3.000 millones obtenidos en el mismo mes del año anterior.
SALIDA DE CAPITALES EN 2017
Por otro lado, en 2017 salieron de España 62.000 millones de euros por compra de activos, desendeudamiento y desinversiones, por debajo de los 79.300 millones que salieron del país en el conjunto de 2016.
La salida o entrada de capitales es un saldo que resulta de tener en cuenta lo que los residentes españoles invierten fuera del país y lo que los extranjeros destinan a España en ese mismo periodo.
Según explica el Banco de España, estos flujos están condicionados por el efecto de las políticas monetarias del Banco Central Europeo (BCE), que provocan un «exceso de liquidez» que se filtra hacia el exterior, aumentando así las inversiones de los españoles y reduciendo a su vez su endeudamiento.