Durante el año 2016, la mayoría de las empresas españolas experimentaron que la recuperación iniciada el año anterior se consolidaba y tomaron medidas tendentes a la expansión económica.
Así, durante el año pasado las empresas aumentaron la contratación laboral, abrieron nuevos mercados, e invirtieron en tener mayor presencia en internet. Este cambio de actitud, ya se notó en 2015, pero se ha manifestado con rotundidad en 2016, y contrasta con los datos de los años de la crisis en los que las prioridades de gestión eran el ahorro de costes y las reducciones de plantilla.
Según se pone de relieve en dos recientes informes en los que ha colaborado CEPYME, el Diagnóstico Financiero de la Empresa Española y el Análisis Estratégico para el Desarrollo de la Pyme en España, las empresas españolas muestran una recuperación considerable de sus principales indicadores económicos y financieros y unas mejores expectativas para el año en curso.
En 2016 las ventas crecieron en promedio el 3,7%, habiendo un 81% de empresas que aumentaron o mantuvieron la facturación. Este es el tercer año consecutivo en que ha aumentado la cifra de negocios de las empresas, pero pese a ello aún no se han recuperado los niveles de actividad previos a la crisis, tal como se muestra en el gráfico adjunto.
En la parte financiera, destacan la mejora de acceso al crédito, el descenso de la morosidad (por cuarto año consecutivo) que se sitúa en el 3% sobre las ventas, y la mejora del plazo de cobro, que con un promedio 65 días, es el mejor dato de los últimos 9 años. Sin embargo, se ha advertido un repunte de las comisiones bancarias y de los tipos de interés.Para este año, el 55,8% de las pymes tiene expectativas de que aumentarán sus ventas; el 41,4% cree que se mantendrán y tan sólo un 2,8% piensa que se reducirán.
Internacionalización
Las pymes españolas presentan un alto grado de internacionalización. El 36% de las pymes desarrollan actividad exportadora, destinando el 34,5% de sus ventas a mercados internacionales. El destino principal de las exportaciones de nuestras pymes son los países de la Unión Europea (63,7%), seguidos del mercado iberoamericano (11,1%) y el resto de la OCDE (8,9%). La característica fundamental que favorece el comportamiento internacional de la pyme es su tamaño; a medida que la pyme crece cuenta con una mayor dotación de recursos para competir internacionalmente y con una mayor profesionalización.
Las pymes españolas emplean en la mayoría de las ocasiones (43,8%) sus medios propios como forma de entrada a los mercados internacionales. En el 20,2% utilizan intermediarios especializados establecidos en España y los programas públicos de promoción son utilizados en el 12,9% de los casos. Disponer de una empresa matriz instalada en el extranjero -9,2%- y la participación en alguna acción colectiva hacia la exportación -9,6%- son los medios de entrada menos utilizados por estas empresas.
Los recursos y capacidades por los que las pymes se consideran mejor posicionadas para favorecer su internacionalización son: (1) la calidad de sus productos; (2) su experiencia en los mercados internacionales; (3) la utilización de sus sistemas de gestión y (4) su capital humano. Por el contrario, las mayores debilidades se encuentran en los pocos acuerdos de cooperación en el mercado nacional con otras empresas extranjeras y en las limitaciones de sus equipos directivos.
Los principales objetivos que persiguen las pymes españolas con la internacionalización son incrementar las ventas de sus productos, mejorar la reputación de la empresa e incrementar sus beneficios.
Además, los resultados reflejan que las pymes que desarrollan una intensa actividad internacional obtienen mejores resultados, como se aprecia en el siguiente recuadro:
Innovación
La actividad innovadora desarrollada por las pymes en España es muy relevante. En cuanto a la innovación en productos se aprecia que el 76,8% de las pymes han realizado cambios o mejoras en productos o servicios y el 65,9% ha comercializado un nuevo producto o servicio. En cuanto a la innovación en procesos, el 73% ha introducido cambios o mejoras en los procesos de producción y el 75,5% ha adquirido nuevos bienes de equipo. Los cambios o mejoras en los productos son el tipo de innovación que más importancia tiene en la empresa.
En la innovación en gestión, sin embargo, las pymes presentan una evolución algo menos favorable. Así, los datos muestran que el 58,6% ha realizado innovaciones en sus sistemas de dirección y gestión, el 64,6% ha realizado cambios en sus sistemas de compras y aprovisionamientos, y el 63,3% realizó cambios en sus sistemas comercial o de ventas.
Empleo
En cuanto al empleo, el último Boletín Trimestral de Empleo en las Pymes, que elaboran CEPYME y RandstadResearch, refleja que la ocupación en las pymes mantuvo una tendencia positiva en 2016, con un ritmo de crecimiento anual de la afiliación del 3’4%, lo que supone un total de 310.000 afiliados más en un año.
Por tamaños de empresa, las pequeñas empresas (de 10 a 49 trabajadores) se mantienen como el segmento que mayor empuje aportó al crecimiento del empleo en 2016 (1’1 puntos).
En cuanto a las previsiones para los próximos ejercicios, el estudio de CEPYME y Randstadprevé que la tasa de crecimiento de la afiliación en las pymes durante 2017 y 2018, se situará en el 2,6% – 2,5% respectivamente, lo que supondrá un aumento de más de 240.000 nuevos afiliados en promedio anual durante los dos próximos años.