La economía estadounidense se expandió un 2,3% del PIB en 2017, cifra superior al 1,5% de 2016 pero en sintonía con las tasas de crecimiento experimentadas tras la crisis económica del final de la pasada década. El crecimiento del PIB en el primer trimestre de 2018 fue del 2,2% gracias al buen comportamiento de la demanda de inversión y el consumo.
El principal motor de crecimiento es la demanda de consumo privado, expandiéndose un 2,8% en 2017 y un 2,7% en 2016. En el primer trimestre de 2018 sumó 0,7 puntos al crecimiento del PIB. Dentro del consumo privado destaca la evolución de la demanda de servicios y la demanda de bienes duraderos.
La demanda de inversión crece por cuarto trimestre consecutivo y de manera acelerada has alcanzar el 7,2% interanual en el primer trimestre de 2018. Este dato se apoya en el incremento significativo de la inversión en estructuras que con un 14,2% interanual en el primer trimestre de 2018 se acelera respecto al 6,3% del trimestre anterior. Además, la inversión en bienes de equipo y software aumentó un 5,5% y la inversión en propiedad intelectual se incrementó en un 10,9%. La contribución de la inversión al crecimiento del PIB fue de 1,2 puntos, donde el incremento de la contribución de la inversión fija representó 1,1 puntos y la variación de existencias sumó 0,1 puntos.
El comercio exterior tuvo una contribución positiva al crecimiento de 0,1 puntos durante el primer trimestre de 2018. Las exportaciones aumentaron un 4,2% lideradas por las mercancías (5,4%) mientras las importaciones aumentaron un 2,8% con un incremento de la importación de mercancías del 2,2% y del 5,5% en el caso de la importación de servicios. El déficit comercial sigue incrementándose durante el primer trimestre de 2018, alcanzando los -163.364 millones de dólares, un 18,5% más que en el primer trimestre de 2017.
El sector público creció un 0,1% en 2017 y un 0,8% en 2016. Su contribución al PIB durante el primer trimestre de 2018 fue de 0,2 puntos.
El IPC en el mes de mayo de 2018 se incrementó en tres décimas respecto al mes anterior hasta alcanzar el 2,7% variación interanual desestacionalizada. Así se mantiene la aceleración paulatina que se inició en junio de 2017. Destaca la inflación subyacente, que excluye los precios de los alimentos y la energía, al situarse dos décimas por encima del objetivo del 2% establecido por la Federal Reserve por tercera vez desde marzo de 2017. El índice de precios de la energía se incrementó un 11% interanual. El precio de la vivienda, medido por el índice S&P/Case Shiller 20-City Composite no desestacionalizado subió un 0,7% en febrero dejando la tasa de variación interanual en el 6,5%.
El desempleo se encuentra en mínimos históricos y aunque su tasa aumentó al 4% en abril, a pesar del incremento en el empleo no agrícola en 213.000 puestos de trabajo, esto se debe al positivo incremento de la población activa en 601.000 personas aumentando la tasa de actividad en un 0,2%, hasta alcanzar el 62,9% de la población en edad de trabajar. La tasa de desempleo de la población afroamericana se sitúa por debajo del 6% por primera vez en más de 50 años. La remuneración media por hora creció un 2,7% interanual sin que se perciba una aceleración que pudiera afectar al nivel de precios.
Según los datos publicados por la Congressional Budget Office, el cierre provisional del año fiscal 2017, que terminó en septiembre, resultó en un aumento del 1% de los ingresos y de un 3% de los gastos con lo que el año cierra con un aumento del déficit de 80.000 millones de dólares hasta los 666.000 millones de dólares, que representa el 3,5% del PIB. Por su parte, el déficit en los siete primeros meses de 2018 se situó en los 382.000 millones de dólares. Por su parte los ingresos se han incrementado un 4% hasta los 2 billones de dólares mientras que los gastos, que se situaron en 2,4 billones de dólares, se han incrementado en un 5%.
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