La mejora de la economía en el primer trimestre de 2023, unida al alivio en el ritmo de incremento de precios, da un respiro a la empresa. No obstante, las pequeñas y medianas empresas españolas continúan sufriendo una fuerte contracción de sus márgenes empresariales acumulando costes extremadamente elevados debido a la crisis inflacionaria de los últimos trimestres y unidos a una ralentización de las ventas.
Los costes totales de la empresa suben un 2,2% interanual en el primer trimestre, pero lo hacen sobre las subidas anteriores, por lo que la pyme española arrastra una elevación de costes del 27% en los últimos 24 meses. Mientras, las ventas suben un 14%, pero exageradas por el efecto de la inflación; de hecho, se queda en un 3,8% eliminando el efecto de los precios, según el Indicador CEPYME sobre la Situación de las Pymes Españolas del primer trimestre.
Además, ello sucede en un contexto de restricción y encarecimiento del crédito, en el que el tipo de interés medio de los nuevos créditos a empresas se duplica.
Costes muy elevados
Los costes totales en las pymes subieron un 2,2% en el trimestre, una ralentización ficticia en el incremento de los costes, ya que se debe al efecto base.
La realidad es que las pymes sufren un incremento de costes que se suma a los elevados incrementos de los últimos trimestres. De hecho, en los últimos 24 meses la empresa registra una subida de costes acumulados del 27%.
En este primer trimestre destaca la reducción de los precios energéticos un 3,5%. No obstante, no es suficiente para que la empresa note un abaratamiento de éste, ya que el precio de la energía se sitúa a más del doble que en el primer trimestre de 2021, subiendo un 107,8% en dos años. Asimismo, el encarecimiento interanual fue del 1% en los servicios y del 1,3% en los insumos.
En cuanto a los costes laborales de las pymes, CEPYME ve con preocupación la subida del 4,4% en el primer trimestre de 2023. El aumento es mayor en las pequeñas (4,7%) que en las medianas (3,5%). Este aumento recoge los incrementos salariales, pero también evidencia el desigual impacto del alza de las cotizaciones y del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) según el tamaño de empresa. Además, estos sobrecostes vienen precedidos de las subidas acumulativas de cotizaciones que han sufrido las empresas durante los últimos cinco años. Desde 2018, las bases mínimas de cotización han subido cerca de un 50% y las máximas un 18,5%. Además, se ha registrado la primera subida de tipos de cotización de los últimos 40 años, amplificada con la reforma de pensiones.
Las ventas suben un tímido 3,3% en cuatro años
Las ventas de las pymes crecieron un 14% interanual en el primer trimestre, sobrevaloradas en cómputo nominal por la inflación. Es el menor crecimiento de las ventas en los últimos seis trimestres. Eliminando el efecto de la inflación, el alza de las ventas es del 3,8% interanual.
Los datos de ventas de las pymes corregidos por los cambios en los precios perdieron vigor desde el 8,3% del último trimestre de 2021 hasta el 0,7% en el cuarto trimestre de 2022, repuntando un 3,8% en el primero de este año.
Comparados los volúmenes de ventas del primer trimestre de 2023 con el correlativo de 2019, se constata un incremento de sólo el 3,3%, desagregado en un aumento acumulado del 7,7% en las medianas y 1,5% en las pequeñas.
La subida de tipos se traslada a la pyme
A la subida de costes que las empresas padecen por la inflación, las cotizaciones y el SMI, se une el hecho de que el tipo de interés medio del crédito bancario nuevo se ha más que duplicado, pasando del 1,9% del tercer trimestre de 2022 al 3,9% entre enero y marzo de este ejercicio. Se ha producido un aumento cercano a los 200 puntos básicos en seis meses, el mayor para un periodo similar en al menos 25 años, lo que amenaza los márgenes empresariales de las pymes.
Se materializa un contexto de restricción de la financiación bancaria coexistente con una contracción del crédito comercial. La concesión de nuevos créditos a pymes en el primer trimestre llegó a 43.800 millones, cifra similar a la de los tres trimestres anteriores. Aunque estos volúmenes de nuevos créditos son alrededor de un 6% mayores que los del primer trimestre de 2019. Se trata de un incremento de la financiación más aparente que real, ya que en esos cuatro años la inflación acumulada fue del 16%. Es decir, el nuevo crédito financia en términos reales un 10% menos.
La situación queda patente al contraponer el peso de la nueva financiación bancaria con las ventas. Mientras que, en el primer trimestre de 2019, los nuevos préstamos equivalían al 19% de las ventas (21,2% para las pequeñas y 14,1% en el caso de las medianas), en el mismo período de 2023 fueron el 15,4% (17,3% las pequeñas y 11,2% las medianas).
La Encuesta de Préstamos Bancarios del Banco de España del primer trimestre de 2023 muestra que los criterios de concesión de préstamos a sociedades no financieras se endurecieron por sexto trimestre consecutivo a causa del aumento de los riesgos percibidos.
La reducción de la ratio de endeudamiento hasta el 82,6%, si bien es positiva, resulta un reflejo del contexto de menor acceso al crédito. Además, el endeudamiento total de las pymes sigue reduciéndose, un buen síntoma que empaña el aumento de la carga financiera derivado de los mayores tipos y el alza nominal de la deuda.
Indicador de CEPYME
Con todo, el Indicador CEPYME sobre la Situación de las Pymes Españolas mejoró hasta ubicarse en 5,7 puntos en el primer trimestre de este año, siendo la calificación más alta en tres años y medio, pero muy alejada de rangos de 7 puntos marcados en 2016 y 2017.
El Indicador CEPYME se mide en puntos que asemejan la puntuación en un examen. Por tanto, pese a la mejoría que refleja un arranque de 2023 mejor del esperado, el índice aún se sitúa muy lejos de la calificación de notable de hace seis años.
El Indicador CEPYME sobre la Situación de las Pymes Españolas (5,7) consta de cinco subindicadores: Actividad (7,9), Costes (1,2), Crédito Bancario (5,7), Solvencia (7,7) y Competitividad (5,7).
La calificación del bloque Actividad está aupada por la inflación, al incluirse en su confección las ventas nominales. De ahí la diferencia entre el indicador CEPYME completo (5,7) y el indicador sin el componente Actividad (5,1).
Destacan entre los parámetros que conforman el índice tanto la caída de la rentabilidad neta sobre el activo (ROA) como el recorte del 0,1% en la productividad y la persistencia de la dificultad de las empresas españolas para ganar tamaño.
Si se compara el tamaño medio de las empresas del primer trimestre de este año con el primero del año prepandemia (2019), se observa que las microempresas tienen ahora el mismo número medio de ocupados que entonces (1,74). Las pequeñas aumentaron su plantilla un 1,1%, hasta 19,7 ocupados. Las firmas medianas ganaron tamaño -entendido éste como número de trabajadores- un 1,5%, hasta 99,4 ocupados por empresa.
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METODOLOGÍA: CEPYME ha elaborado un indicador sintético con el fin de analizar la situación real de la pyme y medir las variables económicas que repercuten en su salud y su viabilidad a medio plazo. El indicador CEPYME sobre la Situación de las Pymes toma 15 variables económicas de la empresa y de la situación económica que, agrupadas en 5 bloques (actividad, costes, crédito, solvencia y competitividad), dan una imagen completa de la viabilidad real de la empresa española.