La actividad del sector manufacturero de España siguió bajando durante el pasado mes de noviembre, aunque el ritmo de caída se alivió respecto al mes anterior, según el índice de gerentes de compras (PMI), que subió a 47,5 puntos desde los 46,8 de octubre, lo que ofrece expectativas de que «lo peor de la desaceleración industrial está pasando» ante la incertidumbre política y económicas en el país y el resto del mundo.
Los participantes en la encuesta de IHS Markit señalaron de forma generalizada la «paralización de los mercados de bienes», tanto en el país como en el extranjero, añadiendo que el gasto del consumidor y el gasto de capital entre los clientes se vieron afectados por la persistente incertidumbre política y económica en España, Europa y el mundo en general.
De este modo, los datos de producción y nuevos pedidos disminuyeron notablemente, aunque a un ritmo más lento que en octubre, mientras que los niveles de personal se recortaron levemente por séptimo mesconsecutivo.
«Si bien la mejora relativa del índice PMI de este mes aumenta las esperanzas de que lo peor de la desaceleración industrial está pasando, el sector sigue siendo un lastre notable para la economía
española y se espera que tenga un impacto en las cifras del PIB para el cuarto trimestre», advirtió Paul Smith, economista de IHS Markit.