Aunque los conceptos básicos del marketing siguen siendo los mismos, independientemente de los canales de comunicación, los nuevos hábitos de consumo en internet apuntan claramente hacia la importancia cada vez mayor de los contenidos audiovisuales.
Una tendencia que está yendo a más debido a la facilidad para visualizar y compartir vídeos desde todo tipo de dispositivos (smartphones, tablets, portátiles…) y en cualquier lugar o momento del día.
Aumento de usuarios
Principalmente, los vídeos atraen la atención y se comparten fácilmente (son virales), todo lo cual conlleva el aumento del tráfico de usuarios.
Buena prueba de ello son los siguientes datos disponibles:
- El 81% de las marcas tienen ya al menos un vídeo publicado en su página web.
- Se estima que en el año 2018 el vídeo representará más del 74% del total del tráfico web.
- Entre Snapchat (10.000 millones), Facebook (8.000 millones) y YouTube (4.000 millones), suman 22.000 millones de horas de consumo de vídeo diario.
- El 78% de las personas visualizan vídeos online todas las semanas.
- El 33% de los usuarios de tablets pasan al menos una hora al día viendo vídeos.
Más utilidades
Además, cuentan con otras utilidades, nada desdeñables para una buena estrategia de marketing:
- Atraen visitas a una web, blog, ecommerce…
- Mejoran la visibilidad de la marca o empresa.
- Potencian la imagen de marca (branding).
- Los canales de vídeos, especialmente en YouTube, permiten la creación de una nueva comunidad con suscriptores, donde sus miembros pueden interactuar entre ellos y con la marca.
- Mejoran el engagement con usuarios y clientes.
- Dentro de una estrategia de inbound marketing, los vídeos suponen una buena oportunidad para generar leads y también futuros clientes.
Por todo ello, en base a los datos de tráfico o consumo, así como por las demás utilidades derivadas de este canal o medio de comunicación, cada vez resulta más habitual tomar en consideración la inclusión de un canal de vídeos en la estrategia de marketing o de contenidos online.
