Luis de Guindos, ha afirmado que el Gobierno está revisando la orden de bases del plan de reindustrialización que regirá la aprobación de proyectos industriales en 2018 en España para reducir los costes financieros y para facilitar la obtención de avales.
Así, durante su intervención en la sesión de control al Gobierno en el Senado, De Guindos ha insistido en que se intentará que las garantías adicionales se puedan presentar una vez concedido el préstamo, y no en el momento de la solicitud de la financiación, y en que se allanará el camino para que «más proyectos de calidad se presenten a las convocatorias».
El ministro ha señalado que el Gobierno «revisa y evalúa» todos los programas de gasto para mantener «su eficacia y agilidad». Por su parte, el senador del grupo socialista, Ángel Manuel Mato Escalona, le ha trasladado al titular de Economía, Industria y Competitividad la necesidad de que se cree un plan de dinamización industrial, que sea «más intensivo» en las zonas que más han sufrido como consecuencia de la crisis en este ámbito.
«Necesitamos una verdadera política de promoción económica para la atracción de nuevas inversiones, programas de apoyo para el seguimiento y evaluación de los proyectos industriales presentados y, sobre todo, necesitamos una verdadera apuesta por la reindustrailziación de España. Muchas familias dependen de ello», ha añadido Escalona.
Por su parte, el ministro ha recalcado que el programa de reindustrialización y fortalecimiento de competitividad es «el principal instrumento» del Estado para apoyar la creación de nuevos establecimientos industriales y la ampliación y mejora de sus procesos productivos.
De hecho, ha recordado que el objetivo del plan es conceder préstamos en condiciones adecuadas a proyectos industriales siempre que «sean viables y estén en el sector manufacturero» y que el Gobierno ha destinado una dotación de 811 millones en los Presupuestos para 2017, casi un 7% más que en 2016.
Por otro lado, De Guindos ha dejado claro que hasta 2012 el programa de reindustrialización se había centrado en la concesión de préstamos a tipos cero y sin exigencias de garantía, lo que había creado «una elevada mora», que ha provocado que la mayoría de los préstamos concedidos entre 2009 y 2011 sean de «dudosa recuperación».
Por este motivo, a partir de 2013 el Gobierno aplicó una «profunda» reconfiguaración del programa para evitar la entrada de proyectos no viables y de fraude mediante la exigencia de garantías parciales, una inversión mínima de 100.000 euros y una aportación privada mínima del 25%.
De Guindos cree que estos cambios han supuesto unas «mejoras muy relevantes», que han permitido movilizar «más inversión industrial» y que han conseguido que los proyectos que se presentan a las convocatorias son de «mucha mayor calidad».