Luis Linde ha subrayado que España debe culminar el proceso de consolidación fiscal, aprovechar el margen que pueden crear los cambios en la composición de los impuestos hacia figuras «más favorables» al crecimiento y una mayor orientación del gasto público hacia la inversión, la educación o la innovación.
Así lo ha señalado durante su participación en la conferencia inaugural ‘La economía europea y la política monetaria’ de los Cursos de La Granda 2017, que se celebran en Avilés (Asturias), en el que ha señalado que a pesar de la mejora registrada en el área del euro en los años recientes, los elevados niveles de deuda pública dejan «poco espacio» en diferentes países para llevar a cabo una política expansiva», como en el caso de España.
Para estas naciones propone la culminación del proceso de consolidación fiscal, cambios en los impuestos hacia figuras más proclives al crecimiento y orientar el gasto público hacia la inversión, la educación o la innovación.
Linde ha destacado que tras varios años de crecimiento «moderado, el área del euro ha alcanzado un «momento cíclico favorable», con alzas de casi el 2% del PIB, y que la «solidez» de la recuperación comienza a reflejarse en un comportamiento «más dinámico» de la inversión, al tiempo que la recuperación se extiende «por toda la geografía» del área euro.
No obstante, ha advertido de que, aunque la recuperación económica en Europa «está facilitando la corrección de algunos desequilibrios, todavía siguen presentes algunas secuelas de la crisis».
En concreto, ha apuntado que los «elevados» niveles de desempleo y de endeudamiento público y privado, el «reducido» crecimiento de la productividad y la «debilidad» del proceso de capitalización «representan desafíos que requieren mayor ambición en el proceso de reformas».
LA POLÍTICA MONETARIA
Según Linde, la buena evolución económica es consecuencia, en buena medida, del «extraordinario estímulo» recibido de la política monetaria, ya que el conjunto de medidas de política monetaria adoptado desde mediados de 2014 habría tenido un efecto acumulado en el período 2015-2017 para el conjunto del área euro de 1,7 puntos porcentuales en el nivel del PIB y de 1,5 puntos porcentuales en el nivel de precios.
De acuerdo con estos cálculos del organismo supervisor, las medidas de política monetaria serían responsables de alrededor del 50% del crecimiento del PIB nominal registrado en ese periodo. «Podemos afirmar que el momento cíclico del área del euro es sólido y que hemos dejado atrás los riesgos de deflación», ha apostillado Linde.
En cualquier caso, ha avisado de que la unión monetaria «todavía tiene mucho camino que recorrer para lograr una gobernanza más sólida que reduzca su vulnerabilidad frente a perturbaciones».
De esta forma, ve necesario desarrollar a medio plazo una capacidad fiscal para el conjunto del área euro que contribuya a apoyar a la política monetaria, así como aprovechar la «oportunidad» que ofrece el «favorable» momento económico y la superación de algunos de los riesgos políticos para completar la reforma de la gobernanza europea.
A su vez, aboga por seguir avanzando en la reducción de los vínculos soberano-bancario, para lo que ve preciso un respaldo supranacional a la unión bancaria que aumente la capacidad financiera del Fondo Único de Resolución frente a una eventual crisis sistémica.
En este sentido, cree que podría ser una solución «adecuada» la propuesta de la Comisión Europea de que sea el Mecanismo Europeo de Estabilidad el que proporcione ese respaldo.
También ve necesario crear un esquema común de Garantía de Depósito y el avance en el conjunto de iniciativas que comprende la Unión de Mercado de Capitales.